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Incorporación del Excelentísimo señor Embajador Felipe Enríquez Hernández como Representante Permanente de México
Intervención del Embajador Felipe Enríquez
09/25/2013

Muy buenos días, señora Embajadora Digna Donado, Presidenta del Comité de Representantes; señores Representantes Permanentes; señor Carlos Alberto Alvarez, Secretario General; señores Subsecretarios; señores Observadores; señoras y señores, amigos todos.

Permítanme, en primera instancia, darles las gracias por el honor de incorporarme a esta “Casa de la Integración Latinoamericana”, que constituye el foro que además de posibilitarnos trabajar en un proyecto común, basado en nuestra identidad latinoamericana, a lo largo de todos estos años, ha facilitado una mayor interacción y conocimiento mutuo de nuestros países.

Gracias a esta iniciativa que emprendieron nuestros Gobiernos hace más de cincuenta años, hoy contamos con una importante red de instrumentos jurídicos, flujos de comercio e inversión que consolidan y vigorizan la infraestructura de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.

Los logros son evidentes, el comercio entre nuestros países ha crecido exponencialmente, alcanzó la cifra récord de 160 mil millones de dólares y los flujos de inversión entre nuestros países son cada vez más importantes.

En un mundo globalizado, las políticas o estrategias de desarrollo son inseparables de su inserción con el mundo exterior. En los años ochenta, mi país, México, inició un proceso de apertura en su economía. En ese momento, el país se propuso aprovechar las oportunidades asociadas con las crecientes corrientes de comercio e inversión, mediante políticas de liberalización y desregulación, fomentamos así la competitividad de sus exportaciones, haciendo de nuestro país un lugar más atractivo para la inversión productiva.

Como parte de las instrucciones de mi Presidente, Enrique Peña, dentro de este proceso de liberalización se ha buscado la apertura de los mercados externos a través de negociaciones multilaterales, regionales y bilaterales.

En ese contexto, el objetivo de la política de negociaciones comerciales de México es fortalecer pero también vigorizar la plataforma exportadora, a través de una mayor diversidad geográfica en sus ventas al exterior.

El Presidente, en sus líneas de acción, ha marcado claramente la prioridad estratégica de México de fortalecer, como lo decía nuestro Secretario General, la relación comercial con América Latina. Esta región representa para nuestro país, y para todos nosotros, un mercado potencial de 450 millones de consumidores, mercado muy superior a los 340 millones que integran México, Estados Unidos y Canadá.

Para México, la integración regional es un objetivo central de su política exterior. El Presidente ha manifestado, y cito textualmente, “Queremos ser un país que se integre más a esta región de la que somos parte. Queremos asumir mecanismos de mayor cooperación y mayor intercambio con nuestros hermanos, para que realmente establezcamos las vías para un mayor desarrollo de la región. Las naciones latinoamericanas y caribeñas se han distinguido por su estabilidad y crecimiento económico, y esto deja ver que esta región, en lugar de significarse por problemas económicos, proyecta por ser parte de la solución global a la situación que vive actualmente el mundo”.

Las condiciones imperantes en esta región denotan un cambio a lo largo de estos cincuenta años. Hoy, es una de las más dinámicas en el mundo, es un área de oportunidades que debemos aprovechar para consolidarla como una región próspera y mejorar las condiciones de vida de nuestros ciudadanos. Todos nuestros Gobiernos, estamos seguros, están empeñados en ello.

Acoto, en mi visión, el comercio tiene que tener un fin, un objetivo final, y el objetivo final es que a los trabajadores les vaya mejor, y la mejor manera de que a los trabajadores les vaya mejor es que podamos tener un intercambio sano y que beneficie a todas las partes.

Los avances que se puedan dar en el proceso coadyuvan y son parte de nuestros esfuerzos nacionales, es por ello que es importante inyectar dinamismo a nuestros trabajos. Quizá, debemos bajar nuestro nivel de ambición de corto plazo, e ir construyendo poco a poco, pero sumando siempre, sin perder el objetivo final.

El comercio es y debe ser un motor de crecimiento, pero sobre todo de creación de empleos. Se considera importante afinar la agenda de la Asociación con un sentido pragmático, de tal suerte que prioricemos aquellas áreas donde tengamos posibilidades reales de incrementar nuestro comercio en condiciones que beneficien a todos y tratando de eliminar las barreras que obstaculizan el comercio intrarregional.

En este contexto, es importante mantener nuestros compromisos y nuestras acciones que integran en una convergencia y perspectiva productiva. Como ejemplo, destaco algunas acciones relacionadas con esta gran Asociación.

Primero, sin duda es importante el apoyo que se pueda canalizar para impulsar la internacionalización de las PYMES, que constituyen el 85% del empleo en América Latina.

Segundo, indispensable y esencial para la competitividad, lo constituye la facilitación de la logística y el comercio, por eso, deberemos convocar a todos los actores relevantes en esta área para diseñar un programa de facilitación del comercio que sea muy puntual.

También, saludo la iniciativa de la EXPO ALADI, proyectada para el 2014, que busca potenciar las oportunidades de las empresas regionales para crecer y aumentar su participación en el mercado regional, complementando los esfuerzos nacionales para diversificar la oferta exportable, aumentar la competitividad y generar redes empresariales.

Trabajar en mecanismos de cooperación que permitan atenuar las asimetrías en la región. Que la ALADI aporte a la consolidación de nuestra región como un bloque fuerte, sólido y de mayor equidad para nuestros pueblos.

En este contexto, en el contexto latinoamericano, quisiera precisar algunas acciones que está desarrollando mi país, en concurrencia con países de América Latina.

En los países latinoamericanos, hemos estado trabajando en la profundización de los acuerdos vigentes y en la negociación también de nuevos acuerdos. Destacan, la profundización del tratado de libre comercio con Colombia, que entró en vigor en agosto 2011; el Acuerdo de Integración Comercial con Perú, que está en vigor a partir de febrero de 2012; el tratado de libre comercio con Centroamérica, cuya negociación concluyó en noviembre de 2011 y que ya entró en vigor con todos los países que lo integran: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

A nivel regional, es relevante mencionar el proceso de integración emprendido desde 2011 con Colombia, Chile, Perú y México, en el marco de la Alianza del Pacífico, que concluyeron negociaciones comerciales en agosto de 2013. Este mecanismo ha llamado la atención del mundo, pues constituye un proyecto de integración profunda, que busca tanto la libre circulación de bienes y servicios, como de personas y de capitales.

Asimismo, estamos negociando actualmente un tratado de libre comercio con Panamá; un acuerdo de complementación económica con Paraguay; la profundización del Acuerdo de Complementación Económica Nº 51 que está vigente con Cuba; y la ampliación y profundización del Acuerdo de Complementación Económica Nº 6 con Argentina.

En el Gobierno de México, estamos convencidos de que la mejor manera de superar los retos económicos que enfrenta el mundo es precisamente seguir impulsando el intercambio comercial entre los países. El libre comercio promueve la productividad y la competitividad de las naciones. Los países que ejercen y promueven el libre comercio generan más empleos, mayor crecimiento económico, mayor prosperidad, pero sobre todo, mayor bienestar para sus poblaciones.

En contrapartida, las medidas proteccionistas contribuyen a profundizar el ambiente actual de incertidumbre y de desaceleración económica, al restringir los flujos comerciales. Estamos totalmente convencidos que la ALADI debe de jugar un papel cada vez más relevante para evitar la aplicación de medidas proteccionistas que anulen los beneficios que se derivan de los acuerdos negociados en su seno.

México es un promotor para que dentro del actual entorno de incertidumbre económica internacional, los países de la región se apoyen mutuamente y trabajen para lograr una mayor integración.

Con los acuerdos comerciales, no sólo estamos dando paso para dinamizar el intercambio comercial entre nuestros países, sino que también estamos refrendando la relación de amistad y de cooperación que se tiene entre nuestros pueblos. Con los acuerdos también forjamos una alianza sobre la base de la confianza, el respeto mutuo y la cooperación.

Señora Presidenta, como Representante del Gobierno de México, activo actor en este proceso, hoy con gran entusiasmo me sumo a los trabajos de este Comité de Representantes.

Cuente usted, todos los colegas y la Secretaría General, con mi compromiso, con el compromiso de México para fortalecer el proceso a través de la suma de voluntades políticas.

México cree en este proceso y también lo apoya decididamente. Entiendo que este es un valor compartido por todos los países que integran este gran organismo, y que para avanzar se requiere más diálogo, más análisis, también nuevos enfoques, más decisión y liderazgo. Por eso, estoy convencido que el estar estático nos perjudica a todos.

Quisiera, en esta oportunidad, proponer que trabajemos en una agenda de lo posible en la ALADI, que nos permita tener resultados concretos, que a su vez renueven nuestro entusiasmo por seguir trabajando en beneficio de nuestros países.

Muchísimas gracias a todos.