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XIV Reunión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la ALADI
Palabras pronunciadas por el Ministro de Gobierno del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba, Ricardo Cabrisas Ruiz
03/11/2008

Señor Ministro y Presidente de este Consejo de Ministros de la ALADI, Doctor Gonzalo Fernández; Señores Ministros y otros Representantes de los Países Miembros; Señor Franklin Ramón González, Presidente del Comité de Representantes de la ALADI; Doctor Didier Opertti, Secretario General de la ALADI; distiguidos Observadores e invitados,

Ante todo queremos expresar el profundo agradecimiento de Cuba a la República Oriental del Uruguay, al Comité de Representantes y a la Secretaría General por la calurosa bienvenida que nos han dispensado, así como por los esfuerzos realizados durante todos estos meses con vistas a garantizar que el Consejo de Ministros tenga un contenido concreto y que no se celebre sólo para elegir a la nueva autoridad de esta Organización. Cuba fue activa desde su Representación en Montevideo, y en La Habana en contacto con los Embajadores de los países miembros, para contribuir al cumplimiento de este objetivo.

Las diferencias de posiciones expresadas durante la preparación del Decimocuarto Consejo, a nuestro juicio, y entre otros factores tienen relación con el complejo proceso de negociaciones comerciales multilaterales en el contexto de la Ronda Doha, en la Organización Mundial del Comercio, con la persistencia de las asimetrías económicas entre nuestros países, y con los diferentes enfoques acerca de cómo abordar la integración en America Latiana y el Caribe.

Cuba estima que no es conveniente para la ALADI que se nos extrapolen posturas y posiciones vinculadas a un escenario tan complejo y disímil como el de las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio. Aquél no es un ámbito de integración. En él, interactuamos los países en desarrollo frente a las intenciones de los países desarrollados de imponer sus intereses económicos y mantener sus ventajas en el comercio internacional, en detrimento del desarrollo económico y social de nuestros países.

El escenario de ALADI es mucho más favorable para los objetivos que nos propongamos todos nosotros. En la ALADI tenemos dificultades similares para lograr un desarrollo sustentable, compartimos la aspiración de mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos, y contamos con un proyecto integrador que es el Tratado de Montevideo de 1980.

Dentro del Tratado, y respetando sus principios, debemos continuar aunando esfuerzos, junto a otras iniciativas de integración, para emprender lo que acordemos, por las condiciones de incertidumbre de la economía mundial, y los problemas que ello implica para los países internamente, no se puede decidir con facilidad sobre metas en la ALADI, no todos podrán avanzar al mismo ritmo, ni con la misma profundidad. El trato especial y deferenciado a las asimetrías necesitará de comprensión, cooperación y solidaridad.

La liberalización comercial no ha resuelto las desigualdades económicas existentes entre nosotros, ni el hambre, la pobreza, los problemas sociales, como retos actuales que podríamos enfrentar mancomunadamente, el cambio climático, el aumento de los precios de los alimentos y la situación energética, entre otros factores que agudizan los efectos del intercambio desigual, no podemos seguir abordándolos por los mismos métodos y mecanismos del pasado.

Consecuentemente, debemos acercanos a otros enfoques y experiencias que permitan acelerar un verdadero proceso de integración dentro de ALADI, que profundize la cooperación, la solidaridad y la complementación productiva y energética, permitiendo encarar esos desafíos.

Consideramos imprescindible que la próxima Conferencia de Evaluación y Convergencia redefina el proceso que hemos llevado a cabo hasta la fecha. Las nuevas realidades que vive nuestra región demandan una integración que no se limite a la meta de alcanzar el libre comercio, necesitamos en ALADI una agenda social.

La Conferencia deberá ser organizada con tiempo suficiente para que constituya un espacio de franca y abierta reflexión, con la debida representatividad, donde se podrá analizar el estado de la integración en ALADI, los problemas que interfieren en sus avances, y sin prejuzgar resultados, que cada uno exponga los enfoques que tenga sobre las vías y alternativas posibles para concretar el objetivo de integrarnos.

Excelencias,

Cuba estima que si los países miembros nos lo proponemos hoy, a partir de los resultados de este Consejo, podemos dotar a la Asociación de una agenda con lineamientos precisos para continuar trabajando durante el año 2008.

Continuemos intercambiando y reflexionando sobre estos temas para lograr claridad en lo que aspiramos dentro de la ALADI, y sigamos trabajando en la búsqueda del equilibrio y del consenso. Para mi país, en este momento, es más importante, siempre dentro del contexto latinoamericano y caribeño, y lo destaco, sumar y complementar, que contraponer otros procesos de integración.

Cuba tiene sus puntos de vista sobre las prioridades de un proceso de integración -los cuáles no siempre han sido coincidentes con los de otros países miembros- pero ello no ha sido un obstáculo para emprender, por la parte que nos corresponde, todos los esfuerzos posibles en la búsqueda del consenso.

Reconocemos los esfuerzos del Secretario General Doctor Didier Opertti, encaminados a lograr avances en el cumplimiento de los objetivos de la Asociación durante su mandato.

Finalmente, Cuba reitera su compromiso de trabajar en el contexto de la ALADI, para llevar a buen término las decisiones de este Consejo. Muchas gracias.