Estimado Embajador: Deseo expresar a usted a nombre de este Comité nuestros sentimientos de amistad y agradecimiento por las tareas realizadas por usted en la ALADI, sabemos que próximamente cumplirá nuevas e importantes responsabilidades que le han sido conferidas en la Cancillería peruana, en un reconocimiento a su experiencia y capacidad. Entre el mes de febrero de 2002, en que este órgano político de la ALADI dio a usted la bienvenida hasta la presente fecha, ha transcurrido un trascendente e intenso período de trabajo en la vida de la institución, el que ha contado con su muy activa participación y entrega a las causas de la integración latinoamericana. Es precisamente en este período cuando se efectuaron los trabajos para definir y acordar las decisiones para la conformación del Espacio de Libre Comercio como rumbo de navegación para la creación posterior de un mercado común latinoamericano, así como en lo concerniente al rol futuro de la ALADI. Reciba nuestro sincero reconocimiento por su muy relevante participación en los trabajos de este Comité, así como en el equilibrado y eficiente ejercicio cuando le correspondió ejercer la Presidencia del mismo, e igualmente en las variadas responsabilidades que su país condujo dentro de las labores de la Asociación, incluyendo la conducción del Grupo de Trabajo sobre Cooperación e Intercambio de Bienes en las Areas Cultural, Educacional y Científica. En su actuación en estos casi 5 años, señor Embajador, apreciamos la vocación y trascendencia que para Perú tiene la integración regional, la que está consagrada en su constitución política y constituye un eje fundamental de su política exterior. De igual manera, su trabajo en la Asociación reflejó el papel relevante que Perú confiere a la profundización de la integración regional como parte de sus esfuerzos para mejorar su inserción en la economía mundial. La renovación de los miembros de este Comité siempre es propicia para hacer una reflexión acerca del breve lapso de actuación que a cada uno de nosotros nos corresponde, frente al compromiso de avanzar hacia los grandes objetivos de la Asociación. Percibimos que en el conjunto de los países de América Latina se manifiesta hoy en día un renovado propósito de impulsar la integración económica regional, mediante la adopción de compromisos para caminar aceleradamente en sus diferentes dimensiones. La decisión política de impulsar la integración está acompañada de un período económico sin precedente cercano para nuestros países. En el 2007 nuestra región completara un ciclo de cinco años de crecimiento continuo, existe una notoria mejora en los términos de intercambio en nuestro comercio, la región crece con superavit en la cuenta corriente y hay una menor vulnerabilidad fiscal y externa que en el pasado. En anteriores momentos de la historia latinoamericana las dificultades económicas y crisis coyunturales alejaban y hacían más complejo el camino de la integración, situación que hoy es notoriamente diferente. Es por este favorable entorno político y económico que correspondería a la ALADI traducir la renovada vocación integracionista en el impulso al cumplimiento de los mandatos en curso y, complementariamente, en la generación de iniciativas y propuestas que nos permitan avanzar hacia las metas del Tratado de Montevideo de 1980, que nos comprometen y nos unen.
Estimado señor Embajador:
Por su espíritu de colaboración y profundo sentimiento latinoamericano dejará usted un marcado recuero en nuestra Asociación.
Deseo a nombre de los Representantes Permanentes y en el mío propio que esta nueva etapa de su vida profesional y personal sea propicia para toda clase de éxitos y que tanto usted como su señora esposa disfruten gratamente de su próxima estadía en su país.
A continuación le concedo el uso de la palabra al Secretario General de la Asociación para decir unas palabras de despedida al Señor Embajador de Perú. |