Buenas tardes a todos. En primer lugar, muchas gracias al Presidente del Comité de Representantes, al amigo Emilio Izquierdo por sus palabras, y de la misma manera a Chacho Alvarez, al Secretario General.

Es un honor para mí volver a estar con ustedes y con el resto de los Representantes Permanentes y demás funcionarios que están acá en el Comité de Representantes. Hemos tenido la oportunidad, como señalaba Emilio, en mi función anterior como Director de MERCOSUR Político, y como Coordinador Alterno del Foro de Consulta y Concertación Política del MERCOSUR, de compartir muchas reuniones y encuentros siempre vinculados a la integración. Con Chacho, con Ricardo Mitre, cuando trabajamos en la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR. Realmente fueron años muy importantes para mí en mi desarrollo profesional y personal.

Un saludo también particular a Pablo y a César, con quienes en este último año hemos participado en muchas jornadas de trabajo. Al resto del personal de la Secretaría General. A mis colegas y amigos de la Representación. No quisiera que esto parezca una despedida, sino que es una bienvenida, pero quería señalar en primer lugar todos esos agradecimientos.

Es cierto que prácticamente toda mi carrera diplomática ha estado vinculada a la integración, con la ALADI, con el MERCOSUR primero, con la ampliación de este último, con la conformación de la Comunidad Sudamericana y después de la UNASUR, con la conformación de la CALC y de la CELAC. He tenido la oportunidad de estar en todos estos diferentes foros y de contribuir así en el desarrollo y en la consolidación de la integración en América Latina.

Hace prácticamente un año que el señor Canciller me honró con la designación como Representante Permanente para MERCOSUR y ALADI aquí en Montevideo. Espero estar a la altura de las circunstancias y cum

plir con las expectativas que mi Gobierno depositó en la gestión que en este momento estoy llevando a cabo.

Decía que prácticamente los 20 años que llevo en la carrera diplomática siempre estuve vinculado a la integración. Y recuerdo cuando estudiaba siempre se planteaba la integración como uno de los ejes de la política exterior de nuestros países. Después de estos años, pienso que no es un eje de la política exterior, sino que atraviesa a todos los ejes de la política exterior.

En el caso de la República Argentina, no podemos pensar en la política de promoción y defensa de los derechos humanos, de los valores esenciales del estado de derecho y en la democracia, sin pensar en la integración. No podemos pensar en la conformación de políticas sociales que tengan a los individuos como sujetos de derecho, y no como meros consumidores, si no pensamos en la integración. No podemos pensar en políticas económico-comerciales, en políticas de complementación productiva, conformación de cadenas de valor, de desarrollo de instrumentos financieros autóctonos en la región sin pensar en la integración.

Finalmente, hoy no puede pensarse una política exterior de defensa de los legítimos derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, si no se piensa en clave regional. Hoy es una política regional que no solo está en las palabras, sino que está en los hechos, con el apoyo y respaldo permanentes de todos los países que están representados en esta mesa.

Por lo tanto, entiendo que la integración no es un eje de la política exterior, sino que cada uno de los puntos que hacen a la vinculación internacional de nuestros países tiene que ver con la integración. Una integración que se basa en una decisión política de trabajar juntos, no solo en lo económico, sino desde una perspectiva multidimensional. Una integración que profundiza los lazos históricos y culturales entre nuestros países, que procura, como decía antes, la inclusión social, las condiciones de trabajo digno y que los individuos sean sujetos plenos de derecho, que promueva una mayor interrelación educativa y cultural.

Esa integración multidimensional es con la que todos estamos comprometidos y estoy seguro que esto, que como mencionaba hace unos instantes parece una despedida, es simplemente un punto de partida para una nueva etapa en lo personal y en lo profesional que tiene que ver con seguir compartiendo con todos y cada uno de ustedes un compromiso, un espacio de cooperación y de trabajo conjunto, en pos no solo de los intereses de cada uno de nuestros países sino del interés de la región toda, que es avanzar integrados hacia la Patria Grande.

Por último, quisiera señalar simplemente, pedirle a mi amigo Alejandro que transmita a sus autoridades que estoy muy contento de estar acá nuevamente prestando funciones en la hermana República Oriental del Uruguay, en este hermoso país que siempre nos obliga con gusto a reincidir.

Mi agradecimiento nuevamente por las palabras de Emilio y de Chacho, a todos ustedes por este año de trabajo que ya hemos compartido y por lo que vendrá de aquí en más. Muchas gracias.