...PRENSA


Incorporación del Excelentísimo señor Embajador Julio Chirino Rodríguez Representante Permanente de Venezuela.
Palabras del Embajador Julio Ramón Chirino Rodríguez, Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la
Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)
08/12/2010

Representante del Pueblo Hermano de Colombia, la Colombia que amó Bolívar y soñó Miranda, hermana indisolubre de ésta su Venezuela, permítame saludar el resultado del encuentro de nuestros presidentes, allá en La Santa Marta que cobijó los últimos días de nuestro Libertador.

Señor Secretario General de la ALADI

Embajadoras y Embajadores Representantes Permanentes de la ALADI

Demás Miembros de las Representaciones Permanentes

Señores Secretarios Generales Adjuntos y demás Miembros de la Secretaria General y de la Asociación

Señores y Señoras Representantes de Países y Organismos Observadores

Señoras Y Señores

Amigos y amigas

Es un honor para mí, estar nuevamente en este recinto, como miembro de la Representación de la República Bolivariana de Venezuela, recinto que luego de 50 años, sigue albergando los sueños y realidades de la integración latinoamericana.

No podemos hablar de integración sin tomar en cuenta el legado político de quienes, precisamente hace doscientos años rompían con los tres siglos de dominación colonial y prefiguraban el sueño de la unidad latinoamericana,

Miranda, Bolívar, Artigas, San Martín, O’Higgins, Hidalgo, Petion, Sucre, Abreu De Lima, Manuela Sáenz (ejemplo de la abnegada participación de la mujer en la concreción del sueño de patria grande, a quien el General San Martín condecorará con la Orden Sol Del Perú en 1821)

Otra fuera nuestra historia si hubieran triunfado sus ideas y no hubiesen visto traicionado su sueño.

A doscientos años de aquella gesta truncada, nos encontramos en la conmemoración de medio siglo de esta iniciativa integradora, que ha fundamentado su accionar en el comercio y la economía, nos encontramos ante nuevos tiempos, que nos presentan nuevos desafíos, en el abordaje de temas que le eran menos comunes a la ALADI de hace treinta años y a la ALALC de hace cincuenta; pero sustantivos en la vida de los pueblos; como lo es lo sociales, cultural y político, espacios fundamentales de articulación junto a lo económico y comercial para alcanzar un desarrollo conjunto, centrado, en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, principales problema de nuestro continente, el mas desigual del concierto mundial.

En el pasado la integración obedecía sólo a intereses comerciales y económicos; podemos afirmar que la desgravación arancelaria y la facilitación del comercio son solamente un ladrillo en la construcción de esta compleja edificación; el desafío hoy va mucho mas allá, por lo que deseamos una ALADI dinámica, activa y sobretodo proactiva en función de las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas objetos de la integración.

La historia de la Asociación está marcada por distintos momentos, unos más favorables y otros con más obstáculos para los acuerdos; donde ha de prevalecer el encuentro, el debate y la discusión, catalizadora y generadora de ideas y propuestas que permitan avanzar firmemente en la construcción de un conglomerado donde estemos todos, donde nos reconozcamos que somos igualmente – diferentes. Naciones con pueblos expectantes y llenos de necesidades, que responden a culturas e idiosincrasias diversas e inmersos en contextos políticos, económicos y sociales distintos.

Sin duda América Latina pasa por un momento estelar, la integración es una obligación irrenunciable y en este sentido la República Bolivariana de Venezuela, avanza y desea contribuir con la profundización de este proceso, donde estamos llamados a innovar en formas y mecanismos que avancen en la conformación de un mundo multipolar, que innove en nuevas formas de relaciones políticas, sociales, económicas y financieras que rompan con el orden dominante e imperial producto del diseño mundial impuesto en Postdam y Yalta, refrendados en Breton Woods y ejemplificado en la imposición unilateral del patrón dólar.

De la misma manera en que la ALADI redescubre, ajusta y retroalimenta su agenda en aspectos que van mucho mas allá de lo comercial, los estados miembros también hacemos lo propio. por lo que interpretamos la necesidad de un espacio para la reflexión, para el análisis de los logros y las dificultades, de lo transitado para luego ver una ruta de lo posible en común, dentro del marco de respeto a las diferencias que nos caracterizan y nos identifican.

Hoy nuestros países dialogan e interactúan como nunca antes en la historia de la integración, no solo por las vías diplomacias formales, sino también por canales más directos y frontales, un indicio de que la dinámica política, económica y social ha venido cambiando es el nacimiento de nuevos espacios de integración regional. Estos constituyen un reto más en la construcción y sobre todo en la proyección del proceso en las décadas a seguir.

La conformación de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), el Desarrollo de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el proyecto de una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); noveles iniciativas que se ven acompañadas con la profundización y avances de los organismos ya existentes: como ALADI, La Comunidad Andina (CAN), el MERCOSUR, entre otros

A nuestro juicio este impulso debe responder a una plataforma de unión e integración que promueva, la cooperación, la solidaridad, la complementariedad, la justicia, la equidad, el respeto de las diferencias y la soberanía de los países, bases para la consolidación de espacios alternativos, que favorezcan a las mayorías y no sean instrumento ciego de intereses externos o trasnacionales.

En ese sentido, animados por un espíritu renovado reconocemos en la ALADI a una plataforma para impulsar acciones concretas en diversas áreas, entre ellas la facilitación del comercio; con miras a lograr un intercambio mas justo, más equitativo, que preserve la seguridad alimentaria y cuyas reglas permitan a los miembros desarrollar políticas públicas de apoyo a la industria naciente; indispensables para el desarrollo endógeno de nuestras naciones.

Asimismo, creemos necesario al mismo nivel y con el mismo vigor seguir impulsando las acciones relacionadas a la dimensión social del proceso de integración, como eje articulador de nuestro quehacer.

Estamos llamados preguntarnos, si es que deseamos atinar en este sueño bicentenario.

¿Cuánto y como sienten nuestros ciudadanos los efecto de la integración?












Y como se interrogara producto del último informe de la CEPAL, su Secretaria Ejecutiva Alicia Bárcena, en la recién finalizada cumbre del MERCOSUR en San Juan, Argentina

¿Queremos crecer para igualar? O ¿igualar para crecer?

Finalmente tal como lo señalara el presidente Hugo Chávez el 16 de agosto de 2003, en este mismo recinto:

“Creemos firmemente que en este continente suramericano y El Caribe, hay suficiente potencial: primero humano; segundo natural, de riquezas para que aquí se haga realidad aquel sueño de bolívar de desear “mas que otro alguno ver formar en la América las mas grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”

Muchas gracias a todos y a todas.