Muchas gracias, señora Presidenta. Para, en nombre de la Secretaría General, darle también la bienvenida al Embajador Appelgren en sus actividades aquí en la Asociación.

Ya usted ha reseñado, señora Presidenta, que el punto de partida del Embajador Appelgren aquí en el Uruguay fue como Embajador ante el Gobierno del país Sede y ahora con su incorporación en la ALADI, en momentos cuando Chile nuevamente reasume un esquema que ya existió en el pasado y da una muestra de austeridad en la gestión de su presupuesto al concentrar de esfuerzos en su misión diplomática. Verdaderamente, para usted Embajador Appelgren, entiendo que esto es un desafío adicional en sus actividades como diplomático de su país y estoy seguro que, dada su vasta experiencia, la va a poder superar sin mayores esfuerzos.

Señor Embajador: Usted se incorpora cuando se produce un punto de inflexión en la historia de la integración latinoamericana y, en particular, del papel que juega esta Asociación en esa integración. Recién se constituye UNASUR, Unión de Naciones Sudamericanas, en lo regional el Consejo de Ministros le ha planteado a este cuerpo deliberativo y a su Secretaría General un conjunto de desafíos que permitan amalgamar -después de más de 20 años de abandonado- un nuevo proyecto multilateral de integración económica. Todo esto se produce, además, en el contexto de un mundo globalizado, de difícil entendimiento muchas veces; pero, aún más difícil para acceder a los beneficios que de él podrían derivarse.

Su país tiene la larga experiencia de participación en ese mundo globalizado y estoy seguro que en el transcurso de las deliberaciones que habrá de tener el Comité de Representantes a lo largo de este año, su experiencia y su aporte van a ser muy valiosos para ese entendimiento necesario en estos momentos.

Pero, ese punto de inflexión en la historia de la integración no solamente se da en el ámbito económico, o en las expresiones tradicionales de la integración. En este momento la región vive una suerte de cambio de actitud, vive un momento cuando parecen renacer las esperanzas de una unidad mayor, no solamente decía, por los aspectos puramente económicos, sino que además una serie de coincidencias políticas se están dando que progresivamente, estoy seguro, van a fortalecer a nuestra región y nuestra reivindicación como países en desarrollo frente al mundo.

En el plano personal, voy a sentir mucho que vamos a trabajar muy poco juntos. Sin embargo, estoy seguro que lo poco que podamos hacer va a ser también fructífero para la actividades de la Asociación y, por cierto, en este tiempo que todavía vamos a dirigir la Secretaría General quiero expresarle nuestra disposición de colaborar con usted y de sentar las bases de un éxito en su gestión al frente de la misión de su país frente a la ALADI.

Quiero con estas breves palabras reiterarle en nombre de la Secretaría General nuestra más cordial y calurosa bienvenida y hacer los votos por el mayor de los éxitos en su gestión y por su felicidad personal, cuya muestra mayor está presente esta mañana en nuestra Sala, así lo señala, y son nuestros Embajadores en el tiempo, sus hijos que son también nuestros hijos. Bienvenido Embajador!