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XV Reunión del Consejo de MInistros de Relaciones Exteriores
Lineamientos de la Intervención realizada por el Emb.Alfredo Chiaradia, Secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Minsisterio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina
04/29/2009

(Texto Sujeto a Corrección)

Es una satisfacción para mi país participar en este Consejo de Ministros, el que augura ser un encuentro fructífero, adaptado a las necesidades actuales y con una fuerte apuesta a la ampliación y profundización de la integración regional. Nuestra frustración el año pasado fue producto de la incapacidad de este Consejo de avanzar con medidas concretas. Nos pudimos dar ese lujo por las diferencias de visiones que existían, y aún persisten, respecto de algunos temas.

Pero hoy ya no podemos darnos ese lujo. La crisis financiera, económica y social que se hizo presente a nivel mundial desde nuestra última reunión nos lleva indefectiblemente a renovar nuestra voluntad con la integración regional, limar nuestras asperezas, vivir con nuestras diferencias y cumplir con el deber de evitar, desde nuestra Asociación, que la crisis deteriore los avances sociales y económicos que logramos en los últimos años.

El punto del temario que estamos abordando es un ejemplo de lo que la ALADI puede aun ofrecer en Latinoamérica. La incorporación de Panamá es sumamente auspiciosa. Y por ello mi país propuso el proyecto de declaración que tienen en sus bancas, para que la ALADI encare este tema de manera proactiva y aliente a otros países latinoamericanos a sumarse a nuestra organización.

Estamos dispuestos, con la mayor buena voluntad, a explorar junto al nuevo país miembro todas las posibilidades de asociación que mejoren tanto el reracionamiento económico y comercial como otros temas de importancia como son los aspectos normativos que crean el marco jurídico necesario para brindar certidumbre a los operadores comerciales.

Asimismo, no deberíamos dejar de explorar aspectos en los cuales Panamá puede ser un factor de importancia para el crecimiento de los países miembros de la Asociación como son los servicios, particularmente los maritimos.

Pero la exploración de asociaciones con Panamá no debe solo limitarse a crear esquemas que nos permitan comprarnos y vendernos mercaderías entre nosotros, sino recorrer caminos que lleven a consolidar marcos de complementación industrial –aprovechando las ventajas comparativas de los países miembros- para acceder con productos de la región a terceros mercados.

Y estas formas de integración con Panamá y la profundización de la integración regional son las alternativas que tenemos si tomamos en consideración lo complejo del contexto actual. En ese marco, no queda más camino que encararlo con decisión. Además de alcanzar los objetivos propios de cada país, la consolidación del crecimiento y del desarrollo de nuestra región dependerá de la manera en que nos insertemos en el mundo, esto es, en la medida en que esa inserción sea adecuada APRA potencial nuestras capacidades, sin dejar de atender nuestras necesidades particulares.

Pensamos así porque consideramos que la integración regional fue, es y seguirá siendo la herramienta central de nuestros países para promover el desarrollo institucional, económico y social, consolidar la democracia y la gobernabilidad, así como para sostener los intereses regionales en el escenario internacional.

La renovación de la ALADI -que puede surgir de su propia agenda pero también de la incorporación de nuevos miembros con sus respectivas visiones- podría ser una herramienta concreta para enfrentar la crisis.

Todos conocemos el lugar privilegiado que ocupan las exportaciones intra-ALADI para la gran mayoría de nuestros países. Y aun para aquellos que privilegiaron su comercio con determinados países extra-ALADI, hoy se enfrentan a una caída estrepitosa de la demanda que los llevará seguramente a redimensionar su presencia en el comercio intrarregional.

Porque mantener ese crecimiento exponencial de las colocaciones de nuestros productos en nuestra propia región se hace vital en el actual contexto internacional. Como bien nos ha indicado la CEPAL en el informe que brindó en esta misma sala hace algunos días, se acabó para América Latina la época en la que solamente había que preocuparse por ahorrar y vender nuestros productos a los países desarrollados, en particular el "consumer of last resort", Estados Unidos. Las razones de ese cambio son conocidas por todos.

Por ello la apuesta por la integración regional, por más y mejor comercio entre nuestros países, es una forma de enfrentar la crisis actual, y minimizar el impacto en la región.

Precisamente por esa oportunidad que tiene la ALADI resulta auspicioso que hoy contemos con el consenso necesario para aprobar un importante paquete de resoluciones. Todas y cada una de ellas son herramientas concretas para profundizar y ampliar el comercio y contribuir al desarrollo económico y social de nuestros países. Y aunque sean en su naturaleza distintas, cada resolución tiene su mérito propio como parte de un rompecabezas regional, que refleja las diferencias pero al mismo tiempo los valores compartidos.

Por ejemplo, la decisión de algunos países de proponer ampliar la agenda de la ALADI incluyendo y profundizando la dimensión social del proceso de integración, no podría haber sido más oportuna en las condiciones actuales. Todos sabemos que el impacto social de la crisis, en particular en el empleo, será significativo. Y aunque nuestros países puedan eventualmente recuperar sus índices macroeconómicos favorables, se estima que tardaremos el doble en recuperar el daño que podría provocar en el tejido social una crisis de esta magnitud. Por ello apoyamos decididamente la renovación de la agenda de la ALADI profundizando la perspectiva social.

De la misma manera, resulta trascendente que la ALADI inicie negociaciones sobre el tema de servicios. Mas aun si estamos incorporando a un nuevo actor, Panamá, en cuya economía el comercio de servicios tiene un peso tan formidable, mayor que en cualquier país de la región.

De hecho nuestra Asociación ya está contribuyendo a enfrentar la crisis. Las restricciones financieras actuales ubican al sistema multilateral de pagos establecido por el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos como un mecanismo eficaz para ahorrar divisas y disminuir las condiciones actuales de iliquidez en nuestras operaciones comerciales. Y a ello le sumamos la iniciativa de la ALADI no solo de fortalecer y perfeccionar este Convenio, sino también identificar algunas de las valiosas experiencias en la región sobre pagos en monedas locales, como la que tiene mi país con Brasil. Esto demuestra una acción concreta de una institución que se coloca a la altura de las circunstancias.

Por último, celebro que esta organización adopte una declaración específica sobre la crisis que incluya medidas concretas y urgentes para enfrentarla.

Las medidas tomadas por los países desarrollados donde se originó la crisis han evitado quiebras, han minimizado daños pero no han sido todavía efectivas y existe un creciente escepticismo de que puedan servir en el corto plazo para detener el proceso de caída de la economía mundial.

En ese contexto existe el riesgo de que la crisis se profundice y de que perdure más allá del año 2009. Y cuando la convulsión acabe en el terreno, seguramente van a perdurar por muchos años las secuelas políticas, ideológicas, y sociales de lo que esta ocurriendo ahora. Esto es, el resultado de los excesos y desbordes de un modelo de capitalismo, hiperconsumo, extremas desigualdades de ingresos y corrupción, que seguramente van a impedir un pronto retorno a la situación de los últimos años.

El péndulo estado-mercado que ya había empezado a revertirse, claramente continuará acentuándose hacia la preeminencia del primero. El fortalecimiento del rol del estado en los próximos años va a ser indudable, y debemos aprender de nuestros errores, y construir sobre los éxitos, para evitar que este renovado rol del Estado no implique una incapacidad de mantener las variables económicas y sociales en la senda del desarrollo y el crecimiento.

Invito a todas las delegaciones a reflexionar sobre el actual momento que nos toca vivir, sobre el rol de esta Organización y sobre la necesidad de ejecutar en los más breves plazos todas y cada una de las acciones que nos proponemos al adoptar nuestras decisiones hoy.

Muchas gracias.