 | El Comité de Representantes recibe la visita del Contador Enrique Iglesias, Presidente del BID. Es para la Secretaría General un gran honor nuevamente contar en su sede con el Presidente del BID, el contador Enrique Iglesias, a quien yo personalmente tuve ocasión de conocer cuando presidió usted el Consejo de Ministros de la Asociación en el año 1987, y a partir del año en que yo asumí la Secretaría General, hemos mantenido una excelente relación de trabajo, con usted, no solamente en el ámbito institucional de nuestras actividades, sino también que usted ha sido un gran apoyador de una de las ideas que forjamos aquí en nuestra gestión, cual fue la creación de la Cátedra Latinoamericana de Integración en la Universidad de la República y el cual tuvimos el grato honor en aquella ocasión de que usted lo inaugurara. Así que, nos embarga profundamente la emoción al tenerlo nuevamente entre nosotros, para oír su voz experiente sobre la situación de América Latina y cómo ve nuestro proceso de integración en estos momentos.
Ya el señor Presidente del Comité de Representantes le ha hecho un recuento bastante detallado y un balance de las actividades que nosotros estamos desplegando aquí en la Asociación. Efectivamente, estamos ahora esperando el próximo Consejo de Ministros para asentar las bases de lo que sería un Espacio de Libre Comercio, contando con la participación de los doce países miembros, elemento éste que se va a constituir en una primera respuesta a uno de los desafíos más grandes que tiene la región latinoamericana, cual es el de mejorar su inserción a la economía internacional y poder aprovechar en algo, si es que se puede, los beneficios de esta economía globalizada y hacerlo en forma conjunta.
Este ejercicio de la conformación de un espacio de libre comercio a nivel regional no es más que la fuerza resultante de los esfuerzos que han venido haciendo los doce países miembros de la Asociación en materia de integración de mercados. Progresivamente hemos ido integrando y paulatinamente se ha ido diversificando esa integración de las demandas.
Lamentablemente, Presidente y en esto rescato mucho parte del nuevo discurso que ustedes, en el Banco Interamericano de Desarrollo, han ahora desarrollado, que de todo esto ha estado ausente el ser humano. Hemos integrado mercados, con mayor o mejor eficacia, y con mayor o mejor eficiencia, sin embargo, el proyecto que estamos construyendo no podría ser completo, si nosotros no estructuramos en su momento, las bases para el desarrollo de una serie de programas en distintas áreas que efectivamente contribuyan al bienestar de las poblaciones latinoamericanas.
América Latina sucumbe en la marginalidad y la desesperanza en este momento. Nosotros necesitamos también desde la integración impulsar proyectos en el área de la salud, de la educación, de la cultura. Nosotros necesitamos el desarrollo de emprendimientos conjuntos en materia de ciencia y tecnología, que tengan un impacto directo sobre el desarrollo productivo y que también atiendan al tema de la generación del empleo, la acción conjunta para la solución de problemas comunes que es el principio esencial de todo proceso de integración basado en la solidaridad, tiene que pasar, fundamentalmente por tener al ser humano como sujeto y objeto de ese proceso.
Por eso, permanentemente hemos venido insistiendo que cubriremos una gran parte de las respuestas que nos está exigiendo la historia latinoamericana en estos momentos, la otra parte de la respuesta, en su momento tendremos que asumir también la responsabilidad de darla.
Por ello, pienso que el proceso de integración nuestro, a partir de la conformación de ese Espacio de Libre Comercio, no es que cumple una meta, sino se le abren nuevos desafíos. Nuevos desafíos que tienen la íntima relación hasta con la distribución de los beneficios entre toda nuestra población.
Así será posible, señor Presidente, que demos entonces, una respuesta adecuada a nuestros mandantes, a los que permanentemente nos exigen: qué hacemos nosotros con la integración y será así, en ese momento, cuando podremos, entonces sí, contar con una base de sustentación social lo suficientemente sólida para afianzar el proceso de integración en el cual estamos todos empeñados.
Presidente Iglesias, no sé si vuelva a tener yo la oportunidad de recibirlo en esta casa y una oportunidad tan solemne como la presente, y por ello quiero expresarle mi agradecimiento por toda la colaboración que el Banco a su cargo nos ha venido dando a lo largo de los cinco años que tenemos al frente de la Secretaría General. Han sido proyectos de común interés, tanto para su organización como para la nuestra, pero estoy seguro y así siempre lo he comentado con todos los funcionarios de la Secretaría, que esa contribución, esa cooperación que hemos recibido del Banco Interamericano de Desarrollo, ha sido básicamente gracias a la gestión suya, lo cual tengo que públicamente reconocer y agradecer.
Creo que, en el futuro podremos seguir trabajando juntos, siempre surgen problemas burocráticos y siempre hay discusiones entre los mandos medios para intentar definir los proyectos, pero estoy seguro que el sabio pensamiento del contador Enrique Iglesias y su accionar tan elegante, como siempre lo ha sido va a solucionar todos los problemas. Y espero también que en el futuro, el Banco Interamericano de Desarrollo, estoy seguro que va a seguir colaborando también con la Asociación, cuando terminemos nuestra gestión, no me cabe ninguna duda.
Presidente, al tiempo de hacerle este reconocimiento y darle la más cordial bienvenida, en nombre de nuestra Organización, quiero parafrasear a un antecesor mío, cuando en el año 87, él se retiraba de la Secretaría y le tomó el brazo derecho y le dijo: mi futuro queda en muy buenas manos, yo estoy seguro que nuestro futuro inmediato, con su disertación está en excelentes manos.
Muchísimas gracias por su visita. | |