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Despedida del Representante Alterno del Perú, Ministro Eric Anderson Machado
Intervención del Ministro Eric Anderson Machado
05/14/2008

Queridos amigas y amigos todos:

Agradezco las generosas e inmerecidas palabras con las que el señor Presidente y la Señora Subsecretaria se han referido a mi persona.

Ha llegado la hora de cerrar un capitulo en mi vida profesional después de cinco años de permanencia en esta bella ciudad de Montevideo. Sin lugar a duda, mi participación como alterno de mi país ante esta Asociación ocupo un espacio privilegiado que ha dejado una huella importante en mi formación y experiencia profesional.

Por ello, considero mi deber en esta mi ultima intervención como representante alterno del Perú, compartir con ustedes algunas reflexiones que, si lo estiman pertinente, podrían ser tomadas en cuenta para que sean evaluadas con miras a la próxima reunión de vicecancilleres y, eventualmente, en la conferencia de evaluación y convergencia.

Cuando llegue a Montevideo un primero de junio de 2003, el escenario de la integración regional era totalmente distinto al actual. Tuve la suerte de participar activamente en la negociación del ACE 58, a través del cual, Perú logro el status de estado asociado al MERCOSUR en diciembre del 2004. De otra parte, a nivel de la ALADI, me toco preparar con los embajadores que todavía están aquí presentes, Claudia Turbay, Juan Carlos Olima, Marcelo Janko y el nuevo Secretario General cuando se desempeñaba como representante permanente de paraguay, el XIII Consejo de Ministros y sobre todo, la elaboración de las resoluciones 59, 60 y 61, las cuales respondieron, en ese momento, a la inquietud de los estados miembros de insertar con mayor dinámica a la ALADI en el escenario de la integración regional. La implementación de estas resoluciones marco nuestro trabajo cotidiano en estos últimos tres años.

Sin embargo, a pesar de los denodados esfuerzos que hemos realizado para que la ALADI sea un organismo referente en la integración regional, he podido observar que nuestra organización no viene siendo tomada en cuenta en la mayoría de las decisiones sobre política comercial y de integración que se adoptan al más alto nivel. Creo sin embargo, que, por ejemplo, en el caso concreto de unasur, la ALADI tiene mucho que aportar en el proceso de convergencia entre la comunidad andina, MERCOSUR y chile para lo cual, la participación activa de nuestro secretario general en las reuniones semestrales de cancilleres establecidas en este foro, será muy importante. Este ámbito de integración de América del sur debe convertirse en la base de trabajo para lograr el espacio de libre comercio, que incluya también a México y a cuba.

De otra parte, debo reconocer que la implementación de la Resolucion 59 ha significado un trabajo arduo y complejo. Esto quedo evidenciado, en los “franciscanos” resultados obtenidos en el último consejo de ministros de marzo pasado. En mi opinión, ello obedeció no solo a las posiciones encontradas de los estados miembros por la indefinición política sobre el ámbito de aplicación en algunos temas sensibles como son la solución de controversias, origen y salvaguardias, sino también porque la coyuntura regional del 2004 al 2008, especialmente en los ámbitos económico y social, ha sufrido cambios considerables que deben ser tomados en cuenta en la próxima reunión de Vicecancilleres y en la Conferencia de Evaluación y Convergencia con miras al próximo Consejo Extraordinario de Ministros. Aquí, es importante recordar al premio Nóbel de economía Joseph Stiglitz para quien el desarrollo y la integración es una transformación, un cambio que requiere de tiempo para afirmarse y que no pasa solo por decisiones de tipo económico.

Señor presidente:

Cualquier proceso de integración confronta obstáculos naturales y lo esencial es no perder su perspectiva como un mecanismo ágil y efectivo a favor del bienestar social y el desarrollo de nuestros pueblos para lograr su inserción competitiva en un escenario internacional globalizado. La intensificación de las relaciones entre los estados conduce a descubrir dificultades imprevistas, las cuales son consecuencia del proceso mismo de desarrollo y de la integración, y por lo tanto, llegan a confundir y a ser tratadas como impedimentos en lugar de ser asumidas como parte integral del complejo proceso de la integración.

En este escenario, la conferencia de evaluación y convergencia que espero pueda ser convocada en el corto plazo por el comité de representantes, tendrá la enorme responsabilidad de encaminar a la ALADI en ese “aggiornamento” temático para lo cual se deberán realizar trabajos que permitan examinar exhaustivamente el estado real de nuestras relaciones comerciales. Para lograr esto ultimo, considero por ejemplo, que utilizando la base de datos de la ALADI se esta en capacidad de poder analizar detalladamente el impacto de la actualización de las respectivas normativas referidas al régimen de origen, salvaguardias y solución de controversias así como la preferencia arancelaria regional (par), no solo a nivel de montos globales sino en cada una de las partidas y ver que efectos y consecuencias tiene su aplicación a nivel comercial y social en nuestros países y por lo tanto, después de una detenida evaluación, se podrá decidir sobre el ámbito y su verdadera viabilidad en el proceso para alcanzar el espacio de libre comercio.

De igual manera, en este ejercicio de aggiornamiento deberá evaluarse las funciones de este organismo y en este sentido, creo que la ALADI además de ser fiel custodio y registro de nuestros acuerdos de complementación económica y de alcance parcial, debería abocarse no solo a analizar los primeros resultados y dificultades que impiden su mejor aprovechamiento, sino también debería identificar cuales son las partidas que no se vienen utilizando por desconocimiento de nuestros exportadores e importadores de las preferencias intraregionales y del potencial de comercio que supone sustituir productos que hoy proceden de terceros países. Este tipo de trabajos podría acercar aun más a la ALADI con el sector empresarial y afianzarse un espacio importante en el área de Promoción Comercial a nivel regional.

Señor presidente:

El esfuerzo realizado por el grupo de trabajo de fuerzas productivas en los últimos dos años por acercar a la ALADI al sector empresarial, especialmente a las Pymes, y al sector laboral, han sido pasos muy positivos que involucran la dimensión social de la integración. Sobre este punto, considero que hay que entender la “dimensión social” en el proceso de integración como un objetivo que tiene como fin la búsqueda de la equidad es decir, convertirse entre otras cosas, en un corrector de desequilibrios. Uno de los temas sociales que ha sido materia de negociación y de amplia discusión a nivel de la Unión Europea y en los acuerdos de libre comercio recientemente suscritos por varios de nuestros países, ha sido por ejemplo, el laboral. En tal sentido, creo que la ALADI debería fomentar positivamente el tema social y construir el nuevo sujeto “aladiano” que le permitirá participar directamente de los beneficios de nuestro espacio ampliado.

En síntesis, señor presidente, creo que la ALADI debe aprovechar la actual coyuntura para avanzar hacia la construcción gradual y progresiva del espacio de libre comercio utilizando su valioso acervo y su capacidad técnica profesional e importante infraestructura profundizando el desarrollo económico social, armónico y equilibrado de la región tal como esta establecido en el articulo primero del tratado de Montevideo del 80. En este contexto, deseo hacer especial énfasis en la necesidad de aplicar “la gradualidad y la progresividad” como elementos que deberían estar siempre presentes en los trabajos que realiza la Asociacion sobre todo en la construcción del ELC. Considero, asimismo, que la búsqueda del consenso ha sido una de las características particulares de esta Asociacion, pero la actual coyuntura amerita la posibilidad que se evalué progresar en algunos temas a través de acuerdos parciales abiertos a la posterior adhesión de aquellos países que así lo deseen.

Recojo por ultimo, una propuesta a la que recientemente se refirió el distinguido representante permanente de México en el sentido, de reiterar la invitación a los países centroamericanos para que formen parte de este proceso de integración latinoamericano tal como vienen participando por ejemplo, en la iniciativa de la cuenca del pacifico latinoamericano que tiene como objetivo el fortalecimiento comercial de dichos países. Quizás como primer paso, una participación de los países observadores centroamericanos en algunos de los grupos de trabajo seria una aproximación que podría ser evaluada por este comité. Al respecto quiero destacar que el mercado común centroamericano según la CEPAL, fue siempre el área subregional de integración con mayor comercio orientado al interior de su esquema y por consiguiente, con un potencial interesante a ser considerado para la ALADI por las características propias de dicho mercado que son similares y en algunos casos complementarios al de nuestros países.

Ya que menciono a los países observadores, considero que su participación en este organismo debería ser materia a ser considerada con el fin de involucrarlos aun mas en nuestro programa de trabajo ya sea a través de programas de cooperación o participando en forma directa en determinados temas.

Señor presidente:

Siendo solo agentes activos de la integración y promoviendo acciones acordes con las prioridades de nuestros gobiernos, la ALADI lograra nuevamente erigirse y consolidarse como un mecanismo referente y dinámico con incidencia real en el proceso de la integración regional.

Difícil tarea le aguarda a nuestro flamante secretario general, a quien le deseo toda clase de éxitos. Al mismo tiempo, no puedo concluir esta intervención sin antes mencionar mi especial reconocimiento y afecto al ex secretario general, doctor Didier Opertti quien con gran esfuerzo impulso la ALADI en estos últimos tres años. De igual manera, quisiera agradecer al subsecretario dr. Isaac Maidana y a mi compatriota Jorge Rivero por esa siempre buena disposición y hacer extensivo este reconocimiento a todos los funcionarios y personal de la Secretaria General.

Asimismo, no puedo dejar de mencionar a los miembros de mi representación que me acompañaron en estos cinco años y en general, transmitir mi especial aprecio a cado uno de los representantes permanentes y sobre todo a los alternos, por todas las horas de trabajo que hemos compartido y por brindarme esa amistad sincera que es al final, la principal cosecha que uno puede llevarse al concluir una misión.

Quisiera por ultimo manifestar mi tristeza por dejar Montevideo. Los cinco años que estuve aquí fueron para mí y para mi familia un período especialmente gratificante. Al partir, quisiera solicitar a usted como representante permanente de Uruguay en esta casa, que transmita a su gobierno, mi sentimiento de profunda gratitud por la forma extremadamente cordial y abierta con la que fui recibido y tratado en todo momento, durante estos años.