Señores Representantes y amigos que nos acompañan en la sala en el día de hoy, es profundamente emocionante para mí dar la bienvenida a la Embajadora Maria Urbaneja, que obviamente viene a cubrir una falencia que teníamos los venezolanos aquí, - hablo como venezolano en este momento- de tener un Representante Permanente.

Una persona, que no solamente por sus méritos profesionales, los cuales constan en el currículum que todos conocemos y que como bien señalaba el señor Presidente se refieren al ámbito de la medicina, también tiene una larga trayectoria política que conocemos y admiramos mucho.

Efectivamente, como usted señalaba Presidente, en la ALADI estamos en un punto de inflexión, en un momento trascendental, es un momento cuando corresponde adoptar una definición acerca del rumbo de esta Asociación, que más allá de la trascendencia económico - comercial que ella pueda tener, fundamentalmente, es una definición de carácter político acerca de la actitud que deberían asumir los países miembros de la Asociación dentro de este mundo globalizado que exige, cada vez más, mayor y mejor inserción en el sistema económico internacional.

Como usted lo precisaba Presidente, el día 18 de octubre, probablemente, que se adopte esa definición, lo cual va a marcar un signo importante para la historia de esta Asociación. Pienso que a partir de allí, habrá necesidad, entonces, de reacomodar algunos instrumentos, de reestructurar algunos mecanismos de manera tal de que esta Asociación, efectivamente, logre consolidar su posición dentro del concierto económico internacional y regional, en particular.

Embajadora Urbaneja, su tarea en el plano multilateral es un desafío importante, pero también constituye un desafío importante, lo que usted va a desarrollar en el plano bilateral. Creo que el gran reto que usted ahora tiene es el de recuperar la presencia de Venezuela en la agenda de la sociedad uruguaya. Dos países que han tenido, si bien una relación comercial limitada, sí una relación social y política de mucha trascendencia. Conocemos todos, la significación que tuvo la migración uruguaya y el impacto que tuvo esa migración en nuestra sociedad, en la sociedad de mi país, y que no solamente tuvo un reflejo en el plano, si se quiere político, sino que, tuvo un importante impacto en el mundo cultural. En el cual todos nosotros pensamos que existe una raíz de mucha significación para profundizar el conocimiento y el relacionamiento entre los dos países.

El plano cultural, entonces, adquiere una trascendencia de mucha significación para profundizar ese relacionamiento y, por cierto, estoy seguro, no me cabe ninguna duda, que ese desafío que usted ha asumido lo va a vencer, sin mayores esfuerzos, pero sí con mucho empeño y mucho trabajo.

Embajadora, más allá de las afinidades que nos unen como compatriota, y como amigos, y el compartir el ideal de transformación histórica en nuestro país, quiero que sepa que consigue en esta Casa aliados, consigue amigos, que todos nosotros, en esta Secretaría General vamos a estar a su disposición para colaborar, para contribuir a que el éxito de su misión sea coronado. En lo personal, de más está decirle, de todo el apoyo y toda la colaboración que yo pueda brindarle, porque más allá de mi función como Secretario General, -la cual ha entrado ya, como dicen los hípicos, en la recta final- más allá de ello, soy fundamentalmente un venezolano y un latinoamericano que espera una presencia de su país de mucha trascendencia en el cono sur de este hemisferio.

Sea usted bienvenida, Embajadora y cuente con nosotros para coronar con éxito toda su actuación aquí en el Uruguay.

Nuevamente bienvenida, y muchas gracias