...PRENSA


El Comité de Representantes despide al Embajador Agustín Espinosa
Intervención del Secretario General de la ALADI, Emb. Juan F. Rojas Penso
03/09/2005

Señora Presidenta. Como usted decía no es nada fácil despedir a nadie y en este caso un amigo es mucho más difícil de hacerlo, con Agustín nos une una amistad ya de larga data que nació comiéndonos un asado en “La Redención”, todavía me acuerdo en el año 94, cuando él estaba ejerciendo funciones como Director del MERCOSUR y ahí nos conocimos y pasamos una noche muy divertida, aquella noche, - recuerdo al Embajador Sabra, que en paz descanse, acompañándonos en aquella mesa.

Hubo mucho susto, Agustín cuando tú venías a la Representación, aquí la gente se asustaba mucho contigo porque: Caramba -decían- el Embajador Espinosa es muy exigente. El Embajador Espinosa lo que es, es un hombre de palabra y me consta. El mismo día que vino a verme por primera vez, previo a su presentación de Credenciales, se comprometió a poner al Uruguay al día y lo cumplió. Hombre de palabra, cabal.

Aquí le tocó vivir una etapa complicada en la preparación del Consejo de Ministros. No fue una tarea sencilla, Agustín jugó un papel de mucha importancia que pusieron de relieve sus dotes de diplomático y de gran negociador, aún a costa de elementos de carácter personal que los postergó con una gran hidalguía y Agustín contribuyo al éxito de la última reunión del Consejo de Ministros que tuvo lugar en octubre.

Eso, en mi entender, es lo que define a un caballero, esa caballerosidad, esa dignidad y esa palabra son las características esenciales de un caballero y usted es un caballero, Embajador Espinosa y esos dotes de caballerosidad los puso usted más en relieve con la dignidad con que usted ha asumido la nueva realidad de su país. Usted ha puesto sobre la mesa su compromiso con el servicio exterior, su compromiso con el Uruguay y usted en los momentos actuales tiene la inmensa satisfacción de guardar en su acervo un gran valor, ese valor de saber ubicarse en la realidad, saber entender cuáles son los momentos en qué se viven y saber, entonces, dar el paso al costado en el momento en que debe darse. Yo lo felicito y lo envidio, Embajador Espinosa, creo que ese es un ejemplo que muchos de nosotros que estamos vinculados a esta tarea de la diplomacia y del servicio exterior, aún en aspectos meramente técnicos, más que políticos también debemos admirar.

En lo personal, fue muy bueno compartir con usted estos 5 años, mucho más divertidas las mesas que hemos podido compartir fuera de este ámbito, que por cierto es muy árido, poco rociado en su momento, pero hemos podido disfrutar de su amistad y compartir con usted muchos ratos amenos y sabemos que esa amistad que se ha podido forjar ahora va a permanecer en el futuro y Dios quiera que algún día podamos conseguirnos en alguna parte por el mundo.

En nombre de la Secretaría General yo deseo agradecerle todo lo que le dio a la Secretaría, todo el respaldo y el apoyo y sobre todo respeto que usted siempre yo percibí que tenía no solamente hacia mi persona, con la cual nos une una amistad personal, sino que a la institución como tal. Eso yo lo valoro mucho, como Secretario General de la Organización, el respeto a la institución es algo fundamental para mantener la buena relación entre los órganos políticos y el órgano técnico permanente, y usted fue también un ejemplo en ese sentido.

Fue muy aleccionador para nosotros trabajar con usted en los dos grupos de trabajo que les correspondió coordinar. Los reportes que recibí permanentemente de los funcionarios que trabajaron con usted eran siempre muy buenos y se sentían