Con ese espíritu, durante mi gestión, la Representación a mi cargo promovió, con la mayor flexibilidad posible y con ánimo constructivo, la conformación gradual del Espacio de Libre Comercio plasmado en la Resolución 59 emanada del XIII Consejo de Ministros de octubre de 2004, para lo cual la delegación peruana se propuso contribuir a buscar los consensos necesarios que nos permitieran avanzar de forma efectiva en dicho mandato con miras a lograr la promoción y regulación del comercio recíproco, la complementación económica y el desarrollo de acciones de cooperación económica que coadyuven a la ampliación de los mercados.
Lamentablemente finalizo mis funciones en el Uruguay sin poder haber podido contribuir a llevar adelante este fundamental esfuerzo de carácter multilateral para beneficiar a los países miembros de las ventajas que ofrece un mercado regional ampliado.
Ciertamente, el hecho de no haber sido capaces de ponernos de acuerdo en un importante conjunto de proyectos de resolución de alcance regional que buscaban, sobre la base de “mínimos comunes”, encaminarse hacia dicho objetivo es desafortunado y constituye un doloroso fracaso para todos nuestros países, el que lamentablemente, además de reflejar los desencuentros entre las distintas visiones que existen entre nosotros, emite una mala señal al mundo del estado en el que se encuentra la integración en la región.
Sin desear pronunciarme, en este momento, sobre las causas que generaron esta difícil situación, y amparado en la experiencia profesional y largos años que he dedicado a esta querida carrera diplomática, es que me permito expresar respetuosamente a ésta magna sala mi profundo deseo de que esta organización recupere su dimensión “multilateral” y no privilegie las vías bilaterales que van en detrimento de ese objetivo central.
Señor Presidente:
Al integrarme a las labores de este Comité en el 2007, asumí la Presidencia del mismo de manera inmediata y siguiendo los lineamientos de mi Gobierno y mi Cancillería, me propuse el logro de objetivos esenciales y prioritarios que guiaron mi gestión diplomática y política en esta Asociación.
Igualmente, debo destacar el hecho de que fui designado Coordinador del Grupo de Trabajo sobre Cooperación e Intercambio de Bienes en las áreas Cultural, Educacional y Científica, órgano auxiliar que coordiné por dos años consecutivos y cuya labor y logros estoy seguro fructificarán en un futuro cercano.
La intensa experiencia ganada en los dos últimos años, hacen que el regreso a mi país lo haga con el ánimo en alto y el convencimiento de que la región tiene por delante grandes retos, desafíos y oportunidades que necesariamente debemos estar a la altura de acompañar con el fin que este viejo pero querido proyecto de lograr integrarnos tenga éxito a futuro y sea consistente con el bienestar de nuestros pueblos.
Señor Presidente:
Deseo expresar antes de finalizar, mi agradecimiento más cálido al ex Secretario General, Dr. Didier Opertti, así como en forma especial al actual Secretario General, Embajador Hugo Saguier, y su eficiente equipo de asesores. No puedo dejar de expresar tampoco, en ese mismo sentido, mi especial reconocimiento a nuestro querido compatriota Don Jorge Rivero, quien siempre estuvo atento a brindar su invalorable apoyo y experiencia para el mejor éxito de mi gestión, quien en breve será reemplazado por un destacado profesional peruano.
Igualmente, quiero dejar testimonio de mi enorme gratitud al Gobierno de la República Oriental del Uruguay por la hospitalidad y calidez de su pueblo, así como agradecer al personal, siempre eficiente y colaborador, de la Secretaría General y muy especialmente también a todos los miembros de mi Delegación, en particular a mi Representante Alterno Ministro Consejero Jorge Rosado La Torre, a la Segunda Secretaria Jessica Pasara, al Consejero Económico Ricardo Romero Magni y al Agregado Cultural Dr. Bruno Podestá.