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Incorporación al Comité de Representantes de la Excelentísima señora Embajadora Perla Carvalho, Representante Permanente de México
Intervención de la Embajadora Perla Carvalho
03/17/2004

Es para mi un honor incorporarme al Comité de Representantes de la Asociación Latinoamericana de Integración y es un privilegio hacerlo en este momento en que el comité se encuentra abocado a la importante tarea de preparar la reunión de nuestro consejo de ministros, el que, a la luz de las actuales circunstancias económicas internacionales y regionales definirá las nuevas pautas que habremos de seguir para alcanzar la meta del tratado de Montevideo 1980.

Ciertamente, las condiciones imperantes en la región cuando iniciamos nuestro proceso de integración han cambiado, entonces, se observaba entre nuestros países un “aislacionismo económico recíproco”. a lo largo del tiempo, nuestro proceso de integración ha enfrentado varias crisis económicas y políticas que han frenado su impulso; sin embargo, también se han producido avances significativos. la conformación de bloques subregionales, la red de acuerdos de libre comercio, los mayores flujos de inversión entre nuestros países, así como el importante crecimiento del comercio recíproco, dan prueba de ello.

No obstante, el fenómeno de la globalización nos demanda reacciones mas aceleradas para lograr las condiciones de una competitiva inserción de nuestras economías en el mercado internacional. la integración constituye un importante instrumento para ello.

México adoptó una estrategia de política comercial integral, con el doble objetivo de responder a las exigencias de su desarrollo interno y de enfrentar una economía internacional cada vez mas globalizada. la integración latinoamericana es un objetivo central dentro de esa estrategia. Así, el primer tratado de libre comercio que México suscribió fue con un país latinoamericano, miembro de la ALADI; de los once tratados de libre comercio que México ha suscrito, siete de ellos nos vinculan con diez países latinoamericanos y, asimismo, mediante la suscripción de dos acuerdos de complementación económica con el MERCOSUR se han sentado las bases, por un lado, para la negociación de un área de libre comercio, y por el otro, para el establecimiento del libre comercio en el sector automotor entre México y MEROCUSR, además de los acuerdos de alcance regional y parcial que hemos suscrito al amparo del tratado de Montevideo 1980.

Nuestros tratados de libre comercio incluyen la liberalización de bienes, servicios, políticas de competencia, compras de gobierno, propiedad intelectual e inversiones. Estos han permitido que los productores mexicanos de bienes y servicios se integren exitosamente en el proceso de globalización, contando con importantes flujos de inversión extranjera directa, que a su vez se ha constituido en un vehículo de transferencia de tecnología y generadora de empleos.

Como resultado de ello, entre 1990 y 2003, nuestro intercambio comercial pasó de 83 mil millones de dólares a 336 mil millones de dólares. en los últimos diez años México recibió 139 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, manteniéndose como uno de los principales países receptores de inversión extranjera entre los países en desarrollo. Hoy, México es la séptima economía en términos comerciales en el mundo y la primera de América latina, donde participa con cerca del 50% del comercio total de la región, y es, asimismo, el principal inversionista latinoamericano en la región.

Nuestros países han entrado al siglo XXI inmersos en negociaciones de diversos niveles, dimensiones y planos, tanto dentro como fuera de la propia región. Estamos ingresando al 2004 con importantes avances en el proceso regional: México y Uruguay suscribimos un tratado de libre comercio, que se encuentra en los respectivos congresos esperando su ratificación; la comunidad andina y el MERCOSUR también han logrado concluir el proyectado acuerdo entre ambos bloques.

Corresponde ahora emprender el proyecto regional, a través de un acuerdo integral y moderno, con reglas claras, transparentes y homogéneas para el comercio de bienes y servicios y que estimule la inversión.

Señor presidente, permítame reiterar en este foro, nuestro profundo interés en fortalecer a la ALADI como marco institucional de la integración regional. cuenta usted con la disposición y apoyo de la representación de México para lograr este propósito.

En nuestra opinión, este proceso deberá emprender una nueva etapa en la que la globalización de la economía internacional, la participación de todos nuestros países en la organización mundial del comercio y la aplicación del principio del regionalismo abierto, determinan la superación del área de preferencias para integrar nuestros espacios económicos. ello posibilitará mejorar la competitividad, generar mayor comercio y empleos, lo que nos aproxima al objetivo último de todo proceso de integración, alcanzar mayores niveles de bienestar en la región.