...PRENSA














Despedida del Comité de Representantes al Emb. Juan F. Rojas Penso
Palabras del Ec. Leonardo F. Mejia M.,
Secretario General Adjunto de la ALADI
03/17/2005

Quisiera comenzar agradeciendo a la señora presidenta por la oportunidad que me ha dado para intervenir en esta sesión extraordinaria del comité, en ocasión del cese de funciones como secretario general adjunto de la ALADI, organismo al que fui invitado a colaborar hace ya casi 23 años, primero como funcionario internacional del departamento de promoción económica y luego como director del mismo.

Hoy culmina no sólo la más extensa etapa de mi vida profesional, sino la más importante, en cuanto me ha permitido participar del singular privilegio pero a la vez de la enorme responsabilidad de trabajar en el organismo encargado de dar forma a los sueños de los próceres de nuestra independencia, esto es construir la patria grande y, asimismo, por haberme posibilitado entablar un enriquecedor diálogo con el ser latinoamericano, representado por todas aquellas personas con las que tuve que tratar en cumplimiento de mis responsabilidades profesionales.

Durante 17 años presté mis servicios en el departamento de promoción económica, en el que, a la luz de los ajustes exigidos por las vueltas del tiempo, pudimos elaborar un apreciable número de estudios y propuestas en el marco del sistema de apoyo a favor de los países de menor desarrollo económico relativo, creado por el tratado de Montevideo 1980, sobre la base de los principios de la no reciprocidad y la cooperación comunitaria, a fin de asegurar a esta categoría de países, un tratamiento justo en los compromisos y en los resultados del proceso de integración regional.

Entre las propuestas formuladas quisiera destacar las relativas a la complementación económica; la promoción y radicación de inversión extranjera; los programas para el mejoramiento de la productividad y la competitividad de empresas seleccionadas; los acuerdos sectoriales para el desarrollo de cadenas productivas; el desarrollo de terminales de carga y puertos secos; el fortalecimiento de los organismos públicos o privados vinculados al comercio exterior y a la integración regional y las propuestas recientemente formuladas para superar los factores que limitan la participación de estos países en el comercio intrarregional. En el campo de la promoción comercial conviene resaltar las ruedas de negocios y misiones empresariales y la difusión, entre sus operadores económicos, de las oportunidades de negocios derivadas de los acuerdos suscritos en el marco de la ALADI.

Varias de estas actividades fueron realizadas gracias a la colaboración de organismos internacionales, así como de instituciones especializadas de algunos países de la ALADI que nos facilitaron sus expertos bajo la modalidad de cooperación horizontal. Al respecto quisiera subrayar el apoyo del fondo Pérez guerrero del grupo de los 77 de las naciones unidas; la comisión económica para América latina y el caribe (CEPAL); el instituto para la integración de América latina y el caribe (intal); la agencia colombiana de cooperación internacional; el servicio nacional de aprendizaje (sena) de Colombia; el centro de investigación y asistencia técnica en cueros y calzado (CIATEC) de Guanajuato, México; el banco de comercio exterior de México (Bancomex); el laboratorio tecnológico del Uruguay (LATU); el instituto de normas técnicas del Uruguay (UNIT); así como el de varias organizaciones empresariales de los propios PMDR que cofinanciaron la ejecución de proyectos de su interés.

Desde la secretaría general adjunta, y conforme a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico de la asociación, esto es de apoyar la gestión del secretario general, encaramos algunos proyectos trascendentes, entre ellos, el orientado a alertar a los negociadores de la región sobre los desafíos, amenazas, oportunidades y peligros derivados de las negociaciones para la conformación del área de libre comercio de las Américas (ALCA) y el que abordaba el tratamiento de las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño de las economías en dichas negociaciones.

Encaramos también un tema que había sido relativamente pospuesto, el análisis del comercio cursado a través de los mecanismos del tratado de Montevideo 1980, tanto para demostrar el importante papel que desempeñan las rebajas arancelarias en el comercio intrarregional, como para advertir sus potencialidades y limitaciones. Complementariamente estudiamos la pauta exportadora de cada uno de los países miembros, señalando las debilidades y fortalezas de la composición de la misma así como el papel del comercio negociado en la aparición de nuevos productos o el incremento de los valores comercializados, a fin de que se exploren nuevas vías de acción futura.

La canalización cada vez menor del comercio intrarregional por el convenio de pagos y créditos recíprocos de la ALADI, fue motivo de una preocupación especial, por lo cual diseñamos un conjunto de propuestas encaminadas a su adecuación, a la luz de los cambios producidos en la economía, en la organización y funcionamiento de los bancos centrales y en la creciente internacionalización de la banca privada.

Formulamos también varios estudios de carácter sectorial, no con propósitos académicos o de deleite intelectual, sino con el afán de identificar algunas cadenas productivas entre pares o grupos de países, que pudieran materializarse en el contexto regional, a partir de las potencialidades inherentes al proceso productivo, de las complementariedades del intercambio regional y de la competitividad detectada.

Estamos firmemente convencidos de que el desarrollo de las cadenas ha de facilitar, por un lado, que productores de un país incluyan dentro de sus proveedores a fabricantes de insumos o de componentes de los otros países socios; el desarrollo conjunto de nuevos productos entre empresas de diferentes países; la adaptación de los productos a las nuevas condiciones de competencia; la explotación conjunta de infraestructura productiva, etc. Y, por otro, y sin el cual no se avanzará en el proceso de integración, reducir y regular los conflictos distributivos que se registran en los espacios económicos integrados, posibilitando un aprovechamiento equilibrado de las potencialidades de los acuerdos suscritos.

Un especial reto significó la identificación de acciones para promover la participación empresarial, tanto por el hecho de que varios temas, antes tratados en la asociación, habían pasado a ser considerados a nivel de los esquemas subregionales de integración o de las propias comisiones administradoras de los acuerdos, como por el impacto que tuvieron en el entorno empresarial las reformas estructurales, de orientación de mercado, implementadas por la casi totalidad de los países de la asociación, a partir de las cuales los arreglos empresariales, especialmente los intraindustriales, tuvieron una menor necesidad del estado y de los esquemas de integración.

Lo anterior, unido a las limitaciones presupuestarias, determinaron que la promoción de la participación empresarial se centrara en el suministro de variables económicas para facilitar la toma de decisiones así como en la promoción de las oportunidades comerciales derivadas de los acuerdos, ya sea a través del portal empresarial, como de eventos organizados por la secretaría general, o por gremios empresariales de la región u organismos internacionales a los que fueron invitados sus técnicos y directivos.

Varias de las actividades mencionadas se ejecutaron con la cooperación técnica y financiera de organismos como el banco latinoamericano de exportaciones (BLADEX), la corporación andina de fomento (CAF), la agencia para la promoción de exportaciones de brasil (APEX), el intal, el instituto interamericano de cooperación para la agricultura (IICA), el sistema de promoción de información tecnológica y comercial (TIPS); PROMPEX, Perú, etc. A todos ellos mis agradecimientos.

Promovimos también la incorporación en la agenda de la ALADI el tratamiento de nuevos temas, como el de las tecnologías de la información y las comunicaciones, en consideración al papel que están teniendo en esta nueva fase del desarrollo del capitalismo y en la que el conocimiento aparece como la fuerza productiva más importante; a su papel en la generación de nuevas formas de producción, de nuevos productos, servicios y ramas de actividad; así como por las transformaciones que están generando en las relaciones económicas internacionales.

Para el desarrollo de esta tarea, así como el de la logística, es justo reconocerlo, contamos con el apoyo del instituto de logística, transporte y comercio internacional de ibero América (ILI) y de la universidad de la república del Uruguay que asignaron recursos humanos para la formulación de los primeros estudios y propuestas sobre el comercio electrónico en la región.

A manera de conclusión quisiera expresar que las actividades anteriormente referidas se encaminaron a dotar a la ALADI de algunos instrumentos aptos para las difíciles y cambiantes circunstancias que debieron afrontar los países miembros durante estos años; a acompañar los esfuerzos realizados por sus gobiernos para alinear las economías regionales a los nuevos patrones de competencia y productividad así como en sus negociaciones internacionales; y a la creación de condiciones adecuadas para la participación de los países menos desarrollados en el proceso de integración.

Finalmente quisiera expresar que en mi larga permanencia en la organización viví, sentí y presencié lo que proust denominara las intermitencias del corazón, que surgen en el relacionamiento de los seres humanos. Me refiero a los afectos individuales, los conflictos, las despedidas, las ausencias, las alegrías y pesares de todos los días, las esperanzas y las angustias. Creo que es justo, en esta oportunidad, reconocer aquellas que han fortalecido mi espíritu y compromiso con la integración regional.

Mis agradecimientos a las distinguidas representaciones permanentes de los países miembros de la asociación por haberme designado, en dos oportunidades, como secretario general adjunto, a propuesta del señor secretario general; igualmente, al gobierno de mi país, por haberme escogido para tan importante dignidad.

Mis agradecimientos a los coordinadores y a los representantes alternos que han integrado los grupos de trabajo de los que he sido el responsable por parte de la secretaría general, por su invalorable aporte en la consideración de los estudios preparados por la secretaría general así como en la estructuración de las propuestas de programas de trabajo para consideración del Comité de Representantes.

Mi eterno reconocimiento y mi amistad al personal técnico y administrativo de la secretaría general: tanto para aquellos que recopilan datos, los convierten en informaciones, como para aquellos que agregando valor a éstas informaciones, las transforman en conocimientos, en el saber hacer, que posibilitan la formulación de los estudios y propuestas y la toma de decisiones. Mis agradecimientos también para aquellos colaboradores que nos pasan una comunicación, imprimen una circular o nos sirven un café.

Mis reconocimientos a los expertos de los países miembros de la ALADI, que fueron contratados por la asociación para encarar aquellos temas que requerían de sus conocimientos y experiencias.

Finalmente, en nombre de mi familia y en el mío propio, nuestra eterna gratitud al gobierno y al pueblo de este hermoso país, el Uruguay, paradigma de la paz ciudadana, del civismo y de la responsabilidad política, por la acogida que nos ha dado durante estos años.

Señoras y señores, gracias pero muchas gracias, por haberme escuchado.