...PRENSA


Despedida del Comité de Representantes de la Excelentísima señora Embajadora Aída García Naranjo Morales como Representante Permanente de Perú.
Intervención de la Embajadado Aída García Naranjo Morales, Representante Permanente de Perú.
10/14/2014

Querido Embajador Bernardino Hugo Saguier: inicialmente, cuando nos encontramos en el verano, habíamos pactado una copresidencia y así ha sido en este año. Como bien lo dice usted, he tenido el gran gusto y el gran honor de reemplazarlo en momentos en que usted ha debido estar en otras tareas. Hoy día le toca a usted despedirme y llevar hasta el final este barco nuestro, este barco emblema que es ALADI y en el que usted tiene tanta experiencia.

Quiero agradecer, en primer lugar, las palabras tan generosas tanto del Embajador Hugo Saguier como de Carlos Chacho Alvarez. Me identifican claramente como una Embajadora que viene en un cargo político, designada por el Presidente de la República, y en estos cargos, a diferencia de los cargos diplomáticos, no estamos preparados para las partidas. Sí existe un compromiso afectivo esta mañana. Muchas veces en el quehacer diplomático, que implica la llegada a diferentes misiones, a diferentes lugares, uno está preparado para un plazo de llegar y partir. No es el caso de los representantes políticos, que no venimos de esas experiencias aunque sabemos, en nuestro caso, que siempre el final del cargo puede ser el primer día de juramento.

Agradezco la generosidad de esas palabras y quiero decirles a todos los Embajadores que soy yo quien tiene que agradecer a ALADI, soy yo quien tiene que agradecer a todos y a cada una de las personas de ALADI por haber tenido esta maravillosa oportunidad.

Me voy no solamente dándoles las gracias. Les doy las gracias porque para mí esa experiencia se convirtió en un diálogo de saberes, en un compartir y en un aprendizaje cotidiano de lo que se puede hacer desde los espacios de lo ejecutivo, desde los espacios multilaterales y bilaterales y en este diálogo de saberes me voy cargada no solamente de aprendizajes sino de pasión por afirmar nuevamente la solidaridad entre nuestros pueblos.

ALADI me deja con esa experiencia. Una experiencia de carga positiva que se incrementó a partir del relacionamiento con todos y cada uno de ustedes, con los que he compartido estos casi tres años de vida de manera tan cotidiana y tan cercana, con la mayoría de los Representantes.

Quiero decirles que me toca hoy día, luego de haber presidido y de presidir el Comité de la ALADI, volver a mi banca. Me toca recordar que recibí el honroso encargo del Presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, de representarlo ante la República Oriental del Uruguay y ante ALADI, decana de la integración, como siempre hemos dicho.

El Perú fue uno de los siete países fundadores de la ALADI en el año 1960. El Perú recuerda perfectamente lo que fue el discurso de Fernando Belaúnde Terry en el momento de la fundación de la ALALC. El pueblo peruano conocía a la perfección lo que fue ese discurso. Desde jóvenes y desde muy chicos acudimos al discurso del Presidente de la República, fundando el gran espacio de integración que, indudablemente, generaba expectativas por todo el continente.

Belaúnde decía en ese momento, «¿Qué me aplaudes, pueblo peruano, si hablaste tú por mí en Punta del Este? ¿Qué me aplaudes a mí, pueblo peruano, si tú fuiste quien te integraste a América Latina en Punta del Este?» Definitivamente, bullía en la sangre de todos los latinoamericanos un gran proyecto integracionista.

Me ha tocado cumplir esta representación en esta casa matriz de la integración y también ante nuestros hermanos del Mercosur. Quiero decir que asumí con gran responsabilidad esta tarea y en ella me habían precedido veintidós Embajadores varones. Para mí la tarea también implicaba un reto como mujer. Si bien es cierto que había cumplido otra función diplomática junto a Tomás Borge como consecuencia de mi acompañamiento al proceso de la República de Nicaragua, en esta oportunidad esta representación se daba de otra manera, multilateral, como bien lo ha dicho Chacho. Me sentía mejor en este espacio multilateral, en esta dinámica de integración con muchos más países en simultáneo, más allá del honroso papel bilateral que me ha tocado en otra misión y en la actual misión que ocupo.

Indudablemente, como mujer, los retos muchas veces son más exigentes. Por supuesto, debo decir que, para mí, un tema fundamental es la democracia a secas o la democracia ciudadana, porque para las mujeres la universalización de lo humano muchas veces deviene en la universalización del hombre.

Las mujeres estamos demandando democracia paritaria, democracia de género. Yo he saludado que en ALADI tengamos Embajadoras como Maria da Graça, como Mercedes –que esta mañana me llamó para saludarme, en tanto por razones de salud no podía estar presente–, que tengamos Embajadoras como Digna, Consejeras como Jenny Encinas, que tengamos Representantes mujeres como Linda, que tengamos a una Ministra Consejera como Fátima Trigoso y representaciones como las compañeras y hermanas que llegan también de Venezuela luego de la partida de Isabel Delgado.

En los tiempos en que yo era Ministra de la Mujer, la Cancillería peruana tenía solamente siete embajadoras mujeres frente a 115 embajadores varones. Esto se marca casi en proporciones similares en el conjunto de nuestras representaciones pero se ha modificado sustantivamente. Nos ha tocado aunar esfuerzos para que las mujeres se ubiquen en altos cargos de poder decisorio porque estamos en condiciones de representar a nuestras naciones de la misma forma como la pueden hacer los varones. Nosotras no estamos aspirando solamente a la igualdad de oportunidades, la igualdad de oportunidades nos pone juntos en el punto de partida pero nunca nos pone juntos en el punto de llegada.

Tenemos nosotros una parte de democracia paritaria que se ha expresado en Beijing, en 1995, adonde asistieron 195 Jefes de Estado, entre ellos, todos los Jefes de Estado de las naciones representadas en ALADI. También estarán en Chile el próximo mes porque se prepara en Chile el Beijing+20 para recordar el lema de las mujeres que aspiramos por la mitad de la tierra, la mitad del cielo y la mitad del poder.

ALADI me ha permitido compartir con Embajadores varones, con Alternos varones, con funcionarios varones, los aprendizajes acumulados de siglos en esta política y en esta representación, que en general tuvo rostro masculino. Puedo decir con el deber cumplido que somos capaces de realizar las tareas que se nos demanden en los lugares en que seamos ubicadas por nuestros gobiernos, por nuestras representaciones y, por supuesto, en la sociedad civil, de la que ha estado tan preocupado el Embajador de Bolivia, que en este Decimoséptimo Consejo también se ha colocado, como fue el mundo laboral y el mundo empresarial, ya que a esta sociedad nos debemos.

Quiero decir que soy consciente de que lo que quiero hoy día es dejar una sola idea, la idea con la que me voy: cuando decía que me voy con más pasión, por ese tema de la solidaridad, quisiera que mi reflexión del día de hoy en ALADI sea que podamos renovar el impulso integrador. Quisiera que exclusivamente ese fuese el centro de mi intervención en el sentido no de recordarlo, porque me ha tocado recordar muchas veces que ALADI tiene 54 años, y no quiero ubicarme en el pasado, no porque no beba de la fuente del pasado, de las raíces, de que esta sala, que es en homenaje a un Embajador peruano, el Embajador Cisneros, nos haga recordar este medio siglo que ha pasado, sino poner el acento en la necesidad de renovar ese impulso integrador. Creo que esos dos grandes elementos que hemos tenido en este tiempo y que responden al conjunto del Comité de Representantes que ha actuado en él, el Consejo de Ministros así como ALADI, nos permiten volver a afirmar ese sentido de pertenencia a América Latina en un mundo cambiante y en una gran América que tiene posibilidades gigantescas para salir adelante.

En esta renovación del impulso integrador soy consciente de que los retos son difíciles y que conviven diferentes modelos de integración, diferentes proyectos políticos, diferentes aspiraciones de pueblos, naciones, Estados, Gobiernos, pero sigue siendo posible fortalecer la unidad en la diversidad y que nuestras Cancillerías han aprobado el sentido de multipertenencia y que esa multipertenencia nos tiene que hacer ubicarnos en un espacio que garantice la unidad máxima en esa diversidad de modelos y de espacios geopolíticos, ideológicos, económicos, en que todos nos movemos.

América Latina es un continente excepcional y vivimos en un continente excepcional. Desde hace muchas décadas, se le consideró el continente del futuro y en algún momento se habló de la década perdida. Sin embargo, frente a la crisis global o a las dificultades del mundo de hoy, indudablemente América Latina es un continente excepcional. Sin embargo, los promedios que tenemos en América Latina son promedios que son solo buenos para los que están encima de los promedios. Los que están debajo de los promedios sufren aún las crisis del estar debajo de los promedios y no podemos sacar de nuestras consciencias que hambre, desempleo, pobreza, carencia de alimentos, siguen hoy día caminando en América Latina de la mano, pese a que somos un continente que se podría autoabastecer.

Tenemos, pues, desafíos de la convergencia en la diversidad y que en nuestro continente es importante recordarlo porque estamos en un espacio de la integración que ha vivido más de medio siglo, 54 años, y que a mí me pareció excepcional cuando yo vine, en el año 2012, fui nombrada en enero de 2012, me apersoné en enero de 2012, encontré un espacio excepcional como espacio de la integración y me puse a reflexionar sobre ese desafío de la diversidad y sobre ese desafío de la integración, y a entender la diferencia entre los organismos y de los mecanismos de la integración y la iniciativa que siempre ha tenido Chacho Alvarez, y mi respaldo a su gestión se debe justamente a que no es una gestión de inercia, es un gestión de iniciativa, certera, de propuestas, que me tocó evidenciarla en los tres años anteriores, no solamente en este nuevo momento en que se empieza su reelección sino en el momento previo en que pude conocer de la experiencia del conjunto de Embajadores que aquí asistían sino también en la Secretaría General, que cumple un rol fundamental, como bien lo sabe Hugo Saguier, que nos ha honrado también con presidir la ALADI en su calidad de Secretario General y no solamente de Presidente y ahora de copresidente en este año excepcional de 2014.

Le dije a Chacho que quería estudiar integración porque aquí se daban becas para la integración, sin embargo esas becas las asignábamos a la Cancillería en nuestro caso y al Ministerio de Comercio. Eso me llevó a hacerlo fuera. Yo venía con un título de migraciones, globalización, relaciones internacionales, amén de la actividad académica profesional, política o en los cargos del ejecutivo pero quería afinar más mi mirada sobre la integración. Mi descubrimiento fue, a partir de esa reflexión, que desde la fundación de ALALC, recordando a Fernando Belaúnde Terry, hasta hoy día hemos pasado por 19 procesos de integración. Quizás al más docto de los expertos en multilaterales pudiésemos preguntarle, si hiciéramos una rueda, recuérdanos cuántas son las instancias de integración que tenemos en América Latina y pudiésemos traer a nuestra memoria cinco, ocho, diez, doce, trece, diecinueve. Preparé para ALADI, el primer mes que vine, un artículo que resumía esos 19 espacios de integración y encontré que teníamos un superávit de organismos y un déficit de integración.

Me pareció excepcional, en ese año, que se convocara a una reunión de los organismos y de los mecanismos de integración que se venían dando en América Latina desde el año 60 y que sacáramos lecciones aprendidas y conclusiones y que este aporte, es background y que este bagaje que tiene la institucionalidad llamada ALADI, y por algo es la decana de la integración, lo aportara a la CELAC como un trabajo sistematizado de los principales intelectuales, sabedores y hacedores de la integración que ALADI invitó para esas sesiones, que se iniciaron el 1° de agosto de 2012 y que culminaron el 15 de octubre de 2012. Fue un espacio de casi tres meses para reflexionar sobre el acierto, el desacierto, lecciones aprendidas y con qué carga positiva podíamos afirmarnos y de qué carga negativa teníamos que superar lo transitado para afirmar nuevos procesos.

Ese sigue siendo el reto. He actualizado el documento. Quisiera volverlo a dejar en la web de ALADI porque he actualizado el documento hasta el estado situacional en que están los 19 organismos de integración, porque también la sabiduría de Chacho me dijo: «Embajadora, la realidad es que se crean pero nunca se disuelven» y uno continúa detrás del otro y unos pierden vigencia y otros no. De ahí el rol que se cumplió desde la Secretaria de ALADI de hacer que este no fuera uno de aquellos de los que perdiera vigencia y eso implicaba un impulso renovador. Quizás algunos se asustaban cuando yo hablaba de renovar la agenda de ALADI o de una nueva agenda asertiva y propositiva de ALADI. Es lo que corresponde cuando un organismo pasó las bodas de oro y que requiere revisarse, mirarse hacia adentro, saber las lecciones aprendidas, conocer, aprender de sus propios errores y mirar su camino recorrido. Esto ha sido muy importante para mí y se ha convertido en una utopía.

Entiendo que la integración no es un punto de partida como palabra. Entiendo que es un punto de llegada y que aún estamos lejos, a corto y mediano plazo, de ese mercado común latinoamericano pero estando en la tierra de Galeano, aprendí con las palabras de Galeano que tan maravillosamente nos honró en este acto que tuvimos con Estela de Carlotto, decir que la utopía siempre está a dos pasos más adelante y que cuando uno camina esos dos pasos, la utopía da cinco más adelante y cuando uno camina detrás de esa utopía cinco pasos más, la utopía se pone diez más adelante. Entonces uno se pregunta, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

ALADI ha caminado 54 años dando pasos adelante y creo que hoy día da pasos certeros. Creo que hemos tenido una elección certera, una reelección certera, hubiésemos querido cumplir de mejor manera el Consejo de Ministros, que ha sido responsabilidad de todos los países, e indudablemente sin las trece sesiones, de las cuales diez fueron de los delegados Alternos, a los que agradezco y saludo de manera especial, no hubiese sido posible llegar de manera consensuada con el conjunto de las tareas que estaban pendientes para el Consejo de Ministros. Lamentablemente, la no realización de UNASUR en nuestro país hizo que la reunión de ALADI en nuestra propia sede, como correctamente nos demandaba México, Panamá, Cuba, que eran países que no venían al acto de UNASUR, efectivamente se realizó finalmente en ALADI y estaba prevista en ALADI en simultáneo a la de UNASUR. Lamentablemente, la suspensión y postergación, sin fecha en realidad, de la realización de UNASUR no permitió una cumbre como nos hubiese gustado, con la presencia de un número mayor de cancilleres. No significa que no nos honrada la presencia del Canciller Almagro, presidiendo la sesión, como país sede.

Quiero decir que en esta gestión que nos tocó finalmente, no puedo dejar de mencionar, como lo ha hecho Hugo Saguier, el significado que ha tenido EXPO ALADI en este semestre, para ya acercarnos a esta última actividad tan importante que hemos tenido. Esta EXPO ALADI ha representado un punto nuevo también para ALADI. En algún momento reflexioné con el Embajador Alejandro Mernies, a quien le expreso su agradecimiento por haber estado bajo su conducción en el Grupo Ad Hoc y a Cacho, por haber sido el artífice en esta nueva agenda de la ALADI para este año de este nuevo reto, que por primera vez, lo hace ALADI.

Muchos periodistas me preguntaban que por qué era la primera vez que lo hacían y, efectivamente, hubo que salir al frente para decir que el crecimiento que hoy día sigue teniendo la economía latinoamericana, para unos 17%, para otros 19%, según lo han expresado diferentes economistas que asistieron a EXPO ALADI, se debe también a este proceso de integración. Sin ALADI, estoy segura de que la meta de ese 17% o 19% tampoco la tendríamos, y que ahora tocaba esto; sin embargo, teníamos la gran preocupación de que ya se habían realizado tres ruedas de negocio en el año: una en Bogotá, la primera de todas; la segunda en Lima; la tercera en Puerto Vallarta, México, y enfrentaríamos una cuarta en el mismo año.

Sobre eso, con el trabajo siempre agudo, pronto, puntual de Ricardo Romero Magni, nuestro representante en integración y comercio en ALADI, tenemos que en el Tercer Encuentro Empresarial Andino participaron 704 empresas, se negociaron la cifra de intención de negocios fue de 108.000 millones, superando el anterior encuentro que había sido de 64.000 millones.

La segunda edición de este encuentro empresarial fue de 92 y la tercera de 108. En en el caso de la Rueda de la Alianza del Pacífico, hubo una cifra de negocios muy importante y la primera rueda de la Alianza del Pacífico tuvo una cifra de 116.000 millones de dólares. La rueda de negocios de ALADI, sin que aún tengamos el desagregado sectorial ni el desagregado por país, que se tendrá en el momento en que haya que hacer un balance que no corresponde el día de hoy, es de 142.000 millones de dólares, superando las tres ferias previas realizadas por nuestros países en los que hemos participado y en los que hemos tenido también el privilegio de participar y agradecemos las invitaciones que realizó México para asistir a la feria de Puerto Vallarta, y las del propio Perú para que ALADI también asistiera a las ferias del Perú. Se concretaron más de 3000 citas de negocios y el evento reunió a 600 empresarios. Podemos decir que fue una tarea cumplida con creces frente a las propias marcas y ranking que se había propuesto. En simultáneo, debo saludar al Subsecretario Rabczuk por esa labor al frente de EXPO ALADI, así como al Embajador Alejandro Mernies y, por supuesto, tenemos nosotros dos Subsecretarías, y tengo que saludar también a nuestro compatriota César Llona, porque en simultáneo al conjunto de esos aspectos, se han realizado muchas tareas.

Enrique García, en un evento organizado por la CAF y en un almuerzo, y lo señalo porque está aquí Gladys Genua, a quien aprovecho para darle públicamente las gracias, tanto por su apoyo directo de lo que es EXPO ALADI como por su permanente presencia acompañándonos, nos comentaba que cuando se fundó la ALADI no se discutió ni siquiera de infraestructura. Eran los comentarios que él hacía recordando, 50 años atrás, y cuando fue acá homenajeado recordaba cuántas veces había estado acá y el retraso que algunos temas tenían y que constituían los nuevos retos.

Se ha realizado, de parte de la Subsecretaría de César en este período, el Seminario de Modernización de la Gestión Aduanera, la Asamblea Internacional de Transporte, la Asamblea General de Asociación Latinoamericana de Logística, las agencias de promoción de exportaciones, eventos todos que me ha tocado y me ha honrado también de presidir en el conjunto de estas actividades. Saludo también la actividad del Secretario Ggeneral.

Aprovecho la ocasión para felicitar a los dos Subsecretarios y quiero expresar las expectativas nuestras como país y también hacer públicas las expresiones de nuestro Canciller, del interés de que el conjunto de la Secretaría sea reelecto, no solamente Carlos Chacho Alvarez, sino que se ha expresado desde Perú, en carta remitida a la Secretaría General, la voluntad de nuestro país de que esas Subsecretarías fueran también reelectas en una sesión ordinaria que la Secretaría y el CORE tenga a bien estimar.

Para el caso de Perú, el cargo de César Llona se produjo luego de 21 años de ausencia de que el Perú ocupe ningún cargo directivo en la cúpula de ALADI, y por ello me es importante expresarlo en estos momentos, y expresar mi respaldo a los dos Subsecretarios, ya que en una sesión ordinaria que corresponde en el mandato de esta Presidencia, no podré estar.

Finalmente, quiero decir que nos encontramos en la tierra de Artigas, distinguido como el Karay-Guazú, en estos 250 años de su nacimiento, ese padre grande, ese gran señor, en este hablar de los paraguayos también porque no hay paraguayos que no hablen en el idioma guaraní, cosa que nos admira, nos honra y que tengo que destacar.

En esta ansiada patria grande, tenemos que seguir los ejemplos de Artigas. El nacimiento de Artigas se da hace 250 años, cuando aún vivíamos en el Virreinato del Perú. Tenemos nosotros a Artigas también entre los próceres peruanos y tenemos a Artigas encumbrando el Palacio Legislativo del Perú y el Palacio de Gobierno del Perú justamente porque nos inspira el Gran Señor, el Karay-Guazú.

En ALADI sueña también la Patria Grande los sueños de San Martín, de Martí, de Bolívar, y también los de Flora Tristán, los de Juana Azurduy, los de Micaela Bastidas, de Bartolina Sisa, Juana de Ibarbourou, de Idea Vilariño, los de Delmira Agustini, cómo no irme ahora con el aprendizaje de lo que significan las mujeres uruguayas. En este escenario, rico e histórico en luchas y vidas dedicadas a un destino colectivo, renuevo mi sentido de utopía, de ética y energía, que deben de guiar nuestros mejores esfuerzos, sobre todo por un ideal mayor, que no es el del comercio. El del comercio es un ideal intermedio, es un instrumento para la realización de nuestros pueblos, para su Buen Vivir, como dirá Evo en su nuevo triunfo, para su Bien Vivir, como dirá también Correa en su gobierno o en su Vivir Bien y, como parte de nuestras tradiciones andinas, porque me siento andina, me siento amazónica, me siento parte de un continente maravilloso y, sobre todo, quisiera añadir que necesitamos un Bien Ser, porque eso es también lo que necesitamos añadir a estas filosofías.

Quiero decirles que desearía subrayar que el Perú está decidido en su contribución significativa en los esfuerzos de la integración, en el ámbito de ALADI, y con esa intención y con ese ánimo constructivo y hacedor en la búsqueda de consensos, nuestro equipo queda representado y al frente de él queda la Ministra Consejera Fátima Trigoso, en el equipo de ALADI queda Ricardo Romero, y queda Isa Nowinski, que nos acompaña, y por supuesto una cancillería peruana que ha saludado la reelección de Chacho Alvarez, de manera escrita, así lo ha dirigido en comunicación expresa al Secretario General y a seguir contribuyendo con la ALADI.

El compromiso siempre seguirá siendo reducir la brecha entre lo que decimos y lo que hacemos.

Me recibió el Embajador Emilio Izquierdo los primeros días de mi llegada, como un gran amante de César Vallejo. Recordando siempre las palabras de César Vallejo no me queda más que despedirme con este poeta universal que nosotros tenemos diciendo: para achicar esa brecha entre lo que decimos y lo que hacemos, hay hermanas y hermanos muchísimo que hacer; y por supuesto, en este sentido integracionista que tenemos, con estos triunfos de Dilma Rousseff, con este triunfo de Evo Morales, con estas próximas elecciones a las que asistiremos en este maravilloso Uruguay, que nos ha acogido de manera tan maravillosa, decir como José María Arguedas, que solamente somos provincianos del mundo y que esperamos la convivencia feliz de todas las sangres. Muchísimas gracias.