Deseo antes que todo agradecer el informe del señor Secretario General y trasmitirle la satisfacción del Gobierno del Paraguay por una notable tarea que refleja la decidida convicción con la que ha encarado las responsabilidades de la conducción de nuestra entidad.

Igualmente, a la señora Presidenta del Comité de Representantes, por el informe que ha presentado a este Plenario que de alguna manera igualmente trasmite todo el esfuerzo que se ha realizado en la rutina de la ALADI, apuntando siempre a la consecución del gran objetivo de la integración.

Este encuentro señor Presidente significa para todos nosotros hacer una revisión de los avances logrados en cumplimiento de los mandatos de las Resoluciones nos. 55 y 56 (XII), referidas a la conformación de un espacio de libre comercio en el marco de la Asociación y a las acciones a emprender en el marco igualmente del apoyo a los países de menor desarrollo económico relativo.

Pero además de esta reedición de compromisos ya asumidos, estaremos adoptando decisiones trascendentes que buscan situar a esta Asociación en el centro de los cambios que han de producirse en un nuevo escenario político y económico en la región.

El espacio de libre comercio y el nuevo rol delineado confirma que el Tratado de Montevideo del 80 es un instrumento cada vez más vigente. Los procesos de integración pasan indudablemente por períodos de prosperidad y de depresión este encuentro coincide con un momento de efervescencia de la integración dado por los acuerdo alcanzados a nivel intrarregional entre MERCOSUR y la Comunidad Andina, por México, por citar algunos y extrarregionales entre varios países y grupos de países con la Unión Europea por citar algunos.

Igualmente, cabe mencionar que los países estamos cambiando nuestra visión de la integración, aunque persisten las visiones mezquinas, hoy se la está considerando como un instrumento para maximizar los beneficios de la apertura económica y para adaptar los sistemas nacionales a un mundo cada vez más exigente, competitivo, interdependiente y globalizado.

Los procesos de integración están siendo testigos de la trasformación de los viejos paradigmas, ya que los verdaderos acceso a mercados sobre todo en la región ya no tienen como ejes a las preferencias comerciales, sino que el nuevo modelo pasa fundamentalmente hoy por la readecuación y recomposición de los procesos productivos con base en políticas regionales que tiendan a una mayor competitividad de nuestras economías.

En esta nueva etapa de la ALADI se debe buscar con mayor esfuerzo que los países se decidan de manera definitiva a aportar lo que sea necesario para lograr una verdadera certidumbre económica; una inserción efectiva de los países de menor desarrollo económico relativo en la economía regional y en el conjunto del comercio mundial que posibilite una distribución equitativa y eficiente de los beneficios de la integración.

Pero esto implica nuevos desafíos para la Asociación, ya que debería dar pasos adicionales en las siguientes direcciones para lo cual este Consejo será fundamental.

El fortalecimiento del sistema de apoyo a los países de menor desarrollo económico relativo, lo cual tiene que trabajar en la dirección de mejorar no sólo los niveles de acceso a los mercados, por la vía del mejor aprovechamiento de las preferencias comerciales, sino fundamentalmente en la colaboración para alcanzar la calidad, la eficiencia y la competitividad una de las materias aún pendientes por parte de la Asociación a nuestro criterio es la atención por medio de acciones puntuales de las necesidades e intereses de los países de menor desarrollo económico relativo y sin litoral marítimo.

Esta situación que caracteriza a países como Bolivia y Paraguay hace de sus economías muy vulnerables con impacto macroeconómico que repercute seriamente en su crecimiento económico.

Algunos economistas entre los que se destaca Jeffrey Sachs, estima que los países sin litoral marítimo pierden por lo menos 0.7% de sus tasas de crecimiento anuales.

La CEPAL en un estudio del año 2003, que mide la incidencia de los costos del transporte en el comercio internacional concluyó que el Paraguay, sus costos de transporte son superiores a los de los otros miembros del MERCOSUR, que tienen litoral marítimo, en 43 y 192% comparativamente y esto sin entrar a mencionar las incidencias de este fenómeno en el índice de desarrollo humano. Estos datos no hacen más que confirmar la fragilidad de nuestros países en el sistema de comercio regional deben servir para que la ALADI adopte un enfoque activo, ofensivo que contribuya a su superación.

La ALADI tiene a partir de este día los elementos para contribuir a la formulación de una política regional para el desarrollo de la infraestructura del transporte que priorice las necesidades específicas de Paraguay y Bolivia en este sentido.

Los esfuerzos nacionales y subregionales en esta dirección deben ser respaldados de manera decisiva por la Asociación.

Otra cuestión fundamental para esta nueva etapa de la Asociación es la búsqueda de un modelo de relacionamiento con la sociedad civil que promueva una mayor participación de los diferentes sectores en el proceso de integración.

Por otro lado, somos igualmente del criterio de que la integración productiva en general, proceso ya iniciado en el MERCOSUR que ponga énfasis en las pequeñas y medianas empresas, además de lograr eficiencia y competitividad en función a los mercados externos es el acelerador más eficiente de la ampliación efectiva de los mercados nacionales.

Con respecto al evento que en breve plazo estaremos encarando en el ámbito de este Consejo sobre la elección del nuevo Secretario General, por cuya situación nos congratulamos como país, como Paraguay, ya que sabemos que las altas responsabilidades caerán en manos de una personalidad de nuestra región, cuyos méritos y cuyas virtudes han sido extensamente expuestas en esta oportunidad.

Desearíamos como Paraguay plantear dentro de la extensa agenda de trabajo que seguramente será desarrollada a partir del ejercicio de la Secretaría General, los siguientes puntos: a realización de tres Conferencias especializadas.

La primera de ellas para el segundo semestre del 2005, destinada exclusivamente a acordar la formación anticipada, de ser posible desde el 1º de enero de 2006, de la zona de libre comercio para el universo de los productos procedentes y originarios de los países de menor desarrollo económico relativo miembros de la ALADI. Este tipo de planteamientos ha sido una constante en la conducta de la política exterior tradicional de la República del Paraguay, desde la Conferencia constitutiva del Tratado de Montevideo de 1960.

Una Conferencia negociadora especializada dentro del año 2006 para la conformación y construcción de lo que podríamos denominar el derecho comunitario, que compile, armonice y ponga en práctica comunitaria todas aquellas normas y disciplinas que ahora se encuentran de alguna manera dispersas a imagen y semejanza de cada acuerdo.

Y finalmente, un tercer campo operativo, una conferencia especializada para el establecimiento de un sistema comunitario que integre a los organismos multilaterales, regionales y nacionales de crédito para el financiamiento del comercio y las inversiones intrarregionales, estimamos que a nadie escapa que uniendo esfuerzos en este campo puede orientar un mejor uso de esos recursos, escasos desde luego, hacia actividades que genuinamente se inserten en el gran espacio económico ampliado latinoamericano.

Junto con agradecer al Embajador Juan Francisco Rojas por la eficiente tarea desempeñada en el ejercicio de la Secretaría General, deseamos reiterar en este espacio, quiero presentar al señor Presidente el saludo de la señora Ministra Leila Rachid de Cowles que no ha podido participar en esta reunión por compromisos fuera de la región, el deseo del mayor de los éxitos en la tarea que le tocará desempeñar, cuyo suceso aseguramos. Muchas gracias señor Presidente.