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Incorporación del Embajador Emilio Rafael Izquierdo Miño, como Representantes Permanente del Ecuador
Presentación del Representante Permanente del Ecuador, Embajador Emilio Rafael Izquierdo Miño ante el Comité de Representantes de la ALADI
02/09/2011

Me gustaría iniciar mi intervención expresando a las distinguidas delegaciones de los países miembros la enorme satisfacción personal y como representante de mi país, que tengo de incorporarme a los trabajos de la ALADI y de tener el honor de iniciarlas en compañía de ustedes.

Agradezco de manera particular las palabras de presentación del señor Secretario General, quien ha sido tan generoso conmigo. Me siento honrado de tener con usted una ya antigua amistad y me siento muy contento con la coincidencia de que mi Gobierno me haya designado su representante en momentos en que usted ocupa tan altas funciones. No puedo dejar de mencionar la emoción personal que tuve al entregarle las cartas Credenciales que me acreditan como Representante Permanente ante esta organización, la cual está en pleno funcionamiento para fortalecer el proceso de integración de los pueblos de la América latina. Adicionalmente, quiero expresarle al distinguido Secretario General los agradecimientos del Gobierno del Ecuador y los míos propios, por su reciente visita a Quito.

En esta oportunidad felicito por la labor inteligente y eficiente desarrollada por la distinguida embajadora de Colombia como presidente del Comité de Representantes y saludarle también como una amiga de algún tiempo. Quiero, agradecer a la distinguida colega de Cuba por sus palabras de presentación y desearle el mayor de los éxitos al asumir esas funciones. Comprometo desde ahora mi apoyo firme para atender la agenda de trabajo de los próximos meses.

Me gustaría aprovechar esta oportunidad para referirme al Informe Preliminar del Secretario General sobre la Evolución del proceso de integración en el año 2010, documento que estamos estudiando con enorme interés. Dicho texto hace una acertada aproximación a la evaluación de la economía mundial, para arribar a un análisis más certero de la realidad regional, y concluir, sobre la base de la experiencia integracionista actual, un esquema de tratamiento de los desafíos futuros. Agradezco al señor Secretario General por este tan valioso, oportuno y útil aporte al mejor desarrollo de las actividades de la ALADI.

Asumir estas funciones representa para mí, en primer lugar, un privilegio que me ha otorgado el señor presidente de la República, Rafael Correa, al tiempo que constituye una responsabilidad importante en mi carrera. Sin embargo, para afrontar este reto tengo la certeza de una vocación multilateralista, singular espacio donde no todos los diplomáticos se sienten cómodos, escenario donde he puesto mis mayores esfuerzos profesionales que me dan no solamente el entusiasmo sino también el vigor para trabajar por el desarrollo de la ALADI de forma decidida. La experiencia de todos ustedes me servirá de ejemplo para profundizar mis conocimientos de esta organización. Aquí me gustaría recordar lo que se dice por los pasillos de entidades de esta naturaleza: los organismos internacionales son lo que sus miembros quieren que sean. Allí está probablemente el secreto de este oficio: saber canalizar el interés de cada país en función del interés colectivo.

Para el Ecuador la integración, en especial con los países de América Latina y del Caribe, es un objetivo estratégico del Estado. En todas las instancias y procesos de integración, el Ecuador ha fijado compromisos constitucionales para, entre otros asuntos:

1. Impulsar la integración económica, equitativa, solidaria y complementaria; la unidad productiva, financiera y monetaria; la adopción de una política económica internacional común; el fomento de políticas de compensación para superar las asimetrías regionales; y el comercio regional, con énfasis en bienes de alto valor agregado.

2. Promover estrategias conjuntas de manejo sustentable del patrimonio natural, en especial la regulación de la actividad extractiva; la cooperación y complementación energética sustentable; la conservación de la biodiversidad, los ecosistemas y el agua; la investigación, el desarrollo científico y el intercambio de conocimiento y tecnología; y la implementación de estrategias coordinadas de soberanía alimentaria.

3. Fortalecer la armonización de las legislaciones nacionales con énfasis en los derechos y regímenes laboral, migratorio, fronterizo, ambiental, social, educativo, cultural y de salud pública.

Para el Ecuador, la integración latinoamericana tiene como prioridades:

1. Proteger y promover la diversidad cultural, el ejercicio de la interculturalidad, la conservación del patrimonio cultural y la memoria común de América Latina, así como la creación de redes de comunicación y de un mercado común para las industrias culturales.

2. Propiciar la libre circulación de las personas en la región; la implementación de políticas que garanticen los derechos humanos de las poblaciones de frontera y de los refugiados; y la protección común de los latinoamericanos y caribeños en los países de tránsito y destino migratorio.

3. Favorecer la consolidación de organizaciones de de integración conformadas por Estados de América Latina y del Caribe.

Por un momento, permítanme, especialmente las delegaciones de los países que no son parte de la UNASUR, hacer una muy breve reflexión sobre ese proceso de integración en el que de manera casi exclusiva he estado involucrado los últimos años, y cuya evolución será sin duda materia de referencia, porque considero que se ha manifestado como un foro útil desde el punto de vista político al afrontar, con la directa y eficiente participación de los Jefes de Estado y de Gobierno, situaciones políticas de verdadera trascendencia en Suramérica. Aquí se evidencia un avance que, en tan corto tiempo, le convierte en un proceso de integración particularmente interesante de estudiar y observar porque se ha iniciado de manera diferente a los precedentes, desarrollando su trabajo primero en los ámbitos políticos, sociales y culturales, para apuntalar una integración de pueblos, de ciudadanos, enfatizando en la participación sectorial.

Con un proceso que tenga como eje el desarrollo humano, sería más factible alcanzar realmente la unión de las naciones latinoamericanas.

En esta línea, el Ecuador quiere fortalecer su participación en la ALADI, con el mismo vigor con el que estamos presentes en la CAN y en la UNASUR, singularmente. Para eso el Ecuador quiere, en la ALADI, seguir empeñado en alcanzar de manera eficiente la implementación del “Sistema de apoyo a los países de menor desarrollo económico relativo”; impulsar el Fondo Especial para dicho grupo de países; reforzar los programas que hemos propuesto y los que estamos empeñados en diseñar con la ALADI en el futuro; nos interesa poner en marcha acciones más concretas para el tratamiento de las PYMES, como base del desarrollo de los sectores sociales; buscar nuevas fórmulas para hacer frente a las asimetrías; impulsar una agenda de desarrollo social efectivo y eficiente, así como el de un esquema de comercio justo que atienda al desarrollo humano, los derechos de la naturaleza y el régimen del Buen Vivir; consideración de temas concretos relacionados con el comercio interregional, la promoción de las exportaciones y el comercio particularmente de pequeños productores y del sector artesanal; atender mejor a los regímenes de solución de controversias, cláusulas de salvaguardia, acceso a mercados, comercio de servicios y otros; finalmente, un compromiso para establecer una evaluación de los resultados de la integración.

La renovación del compromiso político del Ecuador con la ALADI es lo que quiero fundamentalmente transmitir en esta mi primera intervención. Nuestra agenda debe estar guiada por el invariable objetivo de alcanzar, conjuntamente, el desarrollo social y económico de nuestras sociedades. En suma, luchar sin descanso por lograr el desarrollo humano de nuestros pueblos, como base ineludible de la acción integradora, como objetivo final de todo el proceso de integración.

Reitero mis agradecimientos por la amistosa acogida que me han demostrado.

Muchas gracias.