Querido amigo, Enrique García, Presidente Ejecutivo de la Corporación Andina de Fomento; señores Representantes Permanentes, señores Representantes de los Países y Organismos Observadores; amigos todos, aquí presentes en el día de hoy.

Es para la Secretaría General una inmensa satisfacción recibir a Enrique García, Presidente de la Corporación Andina de Fomento, de poder concretar una invitación que le hicimos ya de hace una larga data, -recordábamos ahora- pero que, por los distintos avatares no habíamos podido concretar, y en esta ocasión lo recibimos con gran alegría, con gran satisfacción y con gran orgullo, y justo coincide su visita con la conmemoración del XXIV aniversario de la creación de nuestra Asociación, cosa que para nosotros nos enaltece mucho que nos haya acompañado en varios de los actos que hemos realizado con ese motivo.

Querido Enrique, agregar a lo que dijo la Presidenta sobre su gestión al frente de la Corporación es difícil, yo como todos ustedes saben fui Director de la Corporación, he tenido un seguimiento bastante permanente de las acciones que se desarrollan en el ámbito de la misma y en esta etapa que te ha tocado a ti presidir de la Corporación realmente ha sido una etapa de expansión, primero en lo geográfico, al aumentar el número de países miembros, el número de accionistas, como se dice en el argot del mundo financiero, primero fue México, luego fue Chile y a partir de allí todos los países sudamericanos, por lo menos hacen parte de la Corporación.

En aquel entonces, cuando yo fui Director apenas éramos los cinco países andinos, que, en plena crisis de la deuda externa intentábamos resolver asuntos internos, pero que ahora la Corporación ha adquirido una dimensión mucho mayor, no es secreto para nadie y sin ánimo de ninguna lisonja, pero lo he dicho en diversas ocasiones, es la institución financiera más sólida con que cuentan los países latinoamericanos en estos momentos.

La actividad que ustedes despliegan ahora, que se ha diversificado también los campos y que tiene un reflejo muy bueno para los países miembros, tener el 98% de recuperación de la cartera de crédito es un símbolo de absoluta garantía, sin hablar de los éxitos que permanentemente nos enteramos de la Corporación encabezada por ti, obtiene cada vez que hace una colocación de bonos en mercados extrazonales.

Este papel de la Corporación, ahora que ha mostrado una evolución pasando primero del apoyo a la integración andina, ahora a la latinoamericana, entonces, aquí hay una proyección aún mucho mayor.

Conozco de tus empeños por avanzar en el desarrollo de programas sobre la competitividad de nuestros países, con la intención de mejorar su inserción en la economía internacional y eso es una labor muy loable y que la Corporación va a conseguir en su momento un aliado en esta Asociación.

Esa asociación que no solamente se ha dado por el lado de la cooperación institucional, sino en la solidaridad que permanentemente ha existido entre nuestras dos organizaciones y que se ha puesto de manifiesto ahora en el desarrollo del programa del IIRSA, que conjuntamente están liderando la Corporación, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo de Desarrollo de la Cuenca del Plata.

En lo personal, Enrique, qué te puedo decir? Te consideramos prácticamente un paisano, ya casi 15 años viviendo en mi país, te acredita como un hombre más de la Venezuela actual, y quiero, en estos momentos, hablando exclusivamente como venezolano reconocer públicamente los gestos de solidaridad y amistad que tú has tenido para con mi país en momentos difíciles que ha debido atravesar y sé que ese reconocimiento, no solamente vale por lo que yo puedo señalar personalmente, sino también por lo que ha señalado al Gobierno de mi país.

Enrique, la gestión tuya ha sido extraordinaria. La CAF contigo se expandió, la CAF contigo logró una posición muy distinta a la que tuvo en el pasado, la CAF ha diversificado todas sus acciones y la Corporación hoy se exhibe como un ejemplo de lujo, realmente, en la integración de América Latina.

Por todos estos elementos institucionales, y sobre todo los de carácter personal, saludamos y te damos un gran abrazo, muy afectuoso desde la Secretaría General, y esperamos que en el futuro no lejano, podamos encontrarnos también en un gran abrazo fraternal y venezolano. Muchísimas gracias, señora Presidenta.