...PRENSA










































Despedida del Comité de Representantes al Emb. Franklin González, Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela
Discurso de despedida del Emb. Franklin González, Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela
04/14/2010

En primer lugar, quiero agradecerles a todas y todos los presentes la gentiliza y la cordialidad que me han demostrado a mí y a mi familia durante el período que he ejercido la Representación Permanente del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ante la Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI).

En mi primera intervención ante ustedes delineé mi tarea como enmarcada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Específicamente en lo referido al equilibrio internacional, que otorga prioridad a la consolidación y diversificación de las relaciones internacionales, al proceso de integración latinoamericana y caribeña, a la búsqueda de una multipolaridad de la sociedad internacional, a la promoción de los Derechos Humanos y a la consolidación de la convergencia de todos en una sola alianza, cultural, social, integral, que caracterice a una nueva generación del proceso de integración latinoamericana y que en definitiva nos encamine a la unión suramericana.

Con base a estos lineamientos, la Representación Permanente de la República Bolivariana de Venezuela, ha apoyado todas las iniciativas que en este sentido se han propuesto en la Asociación, pero a la vez hemos impulsado con toda la energía actividades que consideramos de suma importancia. Es así que se trabajó intensamente para la realización del Primer Foro sobre una Dimensión Social de la Integración, a lo que siguió la Reunión de Ministros del Área Social de los Países miembros de la ALADI, que en el Informe Final destaca entre sus conclusiones y recomendaciones la necesidad de elaborar un Plan de Acción Priorizado con base a los lineamientos del CM Resolución 69 (XV).



Estas actividades impulsaron a la Asociación a la adopción de la Dimensión Social como uno de los pilares fundamentales de la Integración, lo cual se materializó con la creación del Grupo de Trabajo sobre este tema.

En ejercicio de la solidaridad de la que hacemos bandera, se ha apoyado todo lo que signifique disminuir los desequilibrios y asimetrías entre nuestro países, para lo que hemos dedicado esfuerzos en la consolidación de los planes a favor de los Países de Menor Desarrollo Económico Relativo (PMDER), y desde nuestra posición de Coordinadores de este Grupo hemos trabajado para mejorar las actividades que en este sentido se realizan.

Estimados amigos

La Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI), nació en Montevideo en 1980. Desde entonces mucha agua ha transitado por los ríos y mares de nuestra América, las experiencias de integración han tenido sus vaivenes, las políticas estatistas y neoliberales se han ensayado de alguna u otra manera en cada una de nuestras sociedades, y los problemas existentes hace 30 años siguen presentes en pleno siglo XXI.

Las voces críticas del funcionamiento de la ALADI han venido incrementándose, algunas para destruirla y otra —la que reivindicamos— con propuestas que buscan que una institución como ésta pueda responder con éxito a los retos a los cuales se enfrenta en las actuales circunstancias.

Las distintas visiones o concepciones de la Integración

Existe en curso un tremendo proceso de Integración que acerca a unos países con otros, que experimenta avances y retrocesos, pero donde prevalece la edificación de un nuevo sentido común, que hace que la mayoría de los gobiernos del área, comprendan que nuestros países se necesitan mutuamente para funcionar mejor en la compleja economía mundial actual, máxime cuando el paradigma del capitalismo —que se consideraba muy sólido—está inmerso en una profunda crisis, de dimensiones multicausales.

En algunos casos, se trata de países que cuentan con un considerable mercado interno, como Brasil, Argentina, México lo que les permite mirar con mayor reserva muchos entendimientos comerciales que junto a la ampliación de sus espacios externos podrían disminuir el ejercicio de su soberanía. En otros casos, se encuentran países con mercados domésticos limitados, Chile, Perú y Colombia, que ven la regla del regionalismo abierto y la negociación de tratados de libre comercio, un mecanismo clave para impulsar una creciente colocación de sus productos en mercados distantes, que les pueden permitir mayor dinamismo interno y eventualmente mejores condiciones de vida para su gente.

Al lado de esas propuestas, en los últimos años, se ha venido desarrollando la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América Latina y El Caribe (ALBA), donde se habla más bien de la complementación y la solidaridad, y en la cual la Dimensión Social es asunto de primer orden.

En esta primera década del tercer milenio, estas opciones están en desarrollo en el marco de un proceso de integración, en el cual parecería no llegar a imponerse un modelo único que excluya al otro, sobre todo en las actuales circunstancias, donde la política pareciera comenzar a prevalece por sobre lo comercial.

Es un reto para la ALADI que estas tres visiones de la integración, que existen en su seno, puedan convivir en el futuro próximo, sobre la base de la identificación de cada una con el funcionamiento y las labores de la asociación, máxime cuando existen otros países interesados en ser miembro de esta institución.

Los nuevos temas

Desde principio del siglo XXI ha comenzado a desarrollarse en el Continente Americano una corriente de pensamiento que está poniendo en el tapete de la discusión de la integración, aspectos y asuntos que fueron obviados en el momento en el cual nació ALADI, entre otras razones, porque la realidad era otra.

Es indudable que la región se ha visto enfrentada, en los últimos años, a cambios significativos de orden político, económico y social, que trascienden las fronteras de los países en un orden internacional interdependiente y asimétrico. El proceso de integración regional no es ajeno a esos cambios y con mayores o menores dificultades, que se verifican al interior de cada esquema integrador, ha conseguido mantener los objetivos perseguidos y avanzar pausadamente.

La ALADI para catapultarse en el futuro, tiene que consustanciarse con la cambiante realidad de hoy.

La experiencia regional en políticas económicas con una visión focalizada de los derechos sociales, ha demostrado que los modelos sustentados en economías de mercado siguen privilegiando a las grandes corporaciones transnacionales y a sus aliados nacionales, y en Latinoamérica sólo contribuyeron a profundizar la brecha entre ricos y pobres.

Estamos en presencia de un escenario geopolítico que se caracteriza por el nacimiento de una nueva etapa para Suramérica, que está en desarrollo, que tiene mecanismos históricos de integración que deben buscar la convergencia de todos en una sola alianza integral, donde lo económico sea importante, pero sería insuficiente sin la consolidación de una alianza política, geopolítica, cultural, social, integral, que caracterice a una nueva generación del proceso de integración latinoamericana y que en definitiva nos encamine a la unión suramericana.

Reconocemos en ALADI una institución preparada para comprender la importancia de la dimensión política y social, como componentes fundamentales en la continuación y desarrollo de todo escenario de integración; también que permita superar la concepción de los bloques de integración regionales existentes, sobre todo de aquellos que nacieron marcados por el interés económico y se olvidaron de la otras dimensiones necesarias para la vida de la mayoría de nuestros pueblos.

Hoy en día esta visión, aunque aún predomina, cada vez encuentra realidades indeseables como las desigualdades, asimetrías y la pobreza, que presionan para que más de un escéptico comience a abrir los ojos. Temas vinculados con la definición de políticas públicas a diferentes escalas sin contar con la dimensión supranacional y otros, son asuntos que ni el libre mercado ni la competitividad pueden por si sólo resolver.

A esta realidad es que ALADI debe enfrentarse con un nuevo espíritu, renovado e innovador, que la convierta en compañera de ruta de los países o conjunto de países que requieren de un impulso para poder estar en mejores condiciones de encontrarse con las naciones de grandes economías, en el terreno de la propia realidad económica, comercial, política y social.

ALADI, está nuevamente exigida y llamada a seguir trabajando para dar respuesta en un contexto de modalidades de integración que exigen los nuevos tiempos. Por ejemplo, temas no tradicionales, como el energético y el ambiental, día a día cobra mas espacio en las estrategias de crecimiento, desarrollo y consolidación de alianzas entre nuestros países; estos momentos conforman y dimensionan una nueva etapa de la integración.

Cuenta de este proceso puede dar nuestro país, al estar incorporándonos a MERCOSUR como socio pleno, al tiempo que aparece como una realidad el (ALBA), donde se coloca el énfasis en asuntos que son sensibles a la mayoría de los habitantes de este continente como los referidos al campo político, educativo, la salud y la calidad de vida, sin olvidar los estrictamente comerciales o económicos.

El compromiso de hoy está estrechamente vinculado con la promoción de escenarios de integración donde lo social sea el eje estratégico en la construcción de un modelo de integración bajos los principios de la complementariedad, la cooperación, el intercambio y la solidaridad, siempre con el interés real de moldear la aspiración bolivariana de volcar hacia la gente la posibilidad de vivir más y mejor en este continente, sobre todo en las actuales circunstancias cuando ha salido a flote una de las pesadillas que mas le quita el sueño a los defensores del Sistema Capitalista, como son las crisis cíclicas.

Aprovechamos entonces la oportunidad para citar al expresidente uruguayo y gran amigo, Tabaré Vázquez, quien en su intervención en la Cumbre de Líderes Progresistas, realizado en la ciudad de Villa del Mar, Chile, en marzo de 2009, y ante las presidentas y los presidentes de Argentina, Brasil, Chile e Inglaterra, y el vicepresidente de Estados Unidos dijo lo siguiente:

"Con mucha solvencia se ha discutido hasta este momento que la política es la herramienta para enfrentar la crisis que vivimos e intentar salir de ella; y yo estoy completamente de acuerdo. Precisamos apoyos técnicos, quienes no lo somos, pero la solución a estos problemas o es política o no hay solución".

Y agrego el Doctor Vázquez:

"Nos preocupa la economía, pero mucho más nos preocupa la vida, el ser humano. Puede parecer inocente, romántico o pasado de moda, pero ¿acaso hay algo más importante que la vida y la dignidad del ser humano? (…). Dignidad que se expresa en condiciones y en calidad de vida".

Por eso estamos convencidos de que colectivamente y en solidaridad, orientados por los principios que guiaron las gestas libertadoras de la región, podremos decir que otra integración es posible y con Simón Bolívar concluimos: "Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra generación… mas esta unión no nos vendrá por prodigios divinos sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos"

Amigos y amigas

No quiero finalizar sin hablar de algunas intimidades del Comité de Representantes de la ALADI

Embajador Cassio Luiselli Fernández, hombre ponderado, buscador del consenso y sobre todo un convencido de la integración latinoamericana y caribeña.

Embajador Gonzalo Rodríguez Gigena, anfitrión permanente, de hablar poco pero cuando lo hace casi siempre acierta.

Embajador Regis Arslanian, con quien tuve infinidades de discusiones pero hacia quien guardo una entrañable amistad, entre otras razones porque es un hombre que tiene un especial cariño por mi país.

Embajador Edmundo Vera Manzo, hoy ausente pero hombre de mucho hablar pero con una erudición siempre por delante

Embajador Salvador Ric Riera, hombre que en sus intervenciones parece que no moja pero empapa mucho.

Embajadora Marielena Ruiz Capote, mujer revolucionaria con la cual logramos hacer un equipo de trabajo muy exitoso.

Embajador Juan Carlos Oliva, sin el cual la Presidencia de la ALADI que me tocó ejerce no hubiera sido divertida.

Embajador Emilio Jiménez, como buen paraguayo sabe pedir la palabra en el momento adecuado

A los más recientes Carmen Zilia, Andrés Rebolledo y Carlos Franco Cortéz, por quienes tengo una gran estima y consideración.

A los funcionarios de la ALADI, locales e internacionales, les pido disculpas sin en algún momento percibieron una oposición de mi parte hacia sus aspiraciones. Déjeme decirles que nuestro gobierno tiene una política clara y transparente hacia los trabajadores, en Venezuela y allende sus fronteras, que no es otra que la de defender sus intereses, pero lo hacemos con total franqueza y eso desde el punto de vista diplomático no parece muy recomendable.

Estimados presentes

Ego sum qui sum, estos es, soy lo que soy, con mis luces y manchas como diría el poeta José Martí. Si no es mucho pedir sólo me gustaría que se me recordaran más por las luces que por las manchas.

A los funcionarios diplomáticos de nuestro país que me han acompañado en esta labor les doy las gracias, sin ellos no hubiese sido posible las mencionadas luces.

Finalmente, quiero confesarle algo. Para mi hay un antes y un después de la ALADI, y eso tiene mucho que ver con ustedes. Desde este momento los tendré en cuenta permanentemente porque ahora forman parte de las personas que han marcado mi vida.