Es para mi un inmenso honor poder estar hoy en este momento que a mí realmente me resulta muy emocionante, como ustedes sabrán allá está mi ex banca donde compartí con muchos de ustedes, algunos de los cuales continúan al frente de sus Misiones y otros colaboradores, en un período muy interesante, muy bueno para la ALADI. Momentos en que tomamos algunas decisiones que ustedes saben que lastimosamente no pudieron concretarse.

Como ciudadano de la República del Paraguay, el hecho de que los países de la ALADI, todos ellos me hayan elegido en forma unánime es para mí realmente un compromiso, permítanme por ello expresar mi más profundo agradecimiento y reconocimiento a todos y cada uno de los países integrantes de la ALADI, por ese apoyo tan contundente que espero se extienda por sobre todas las cosas a la gestión que debemos emprender.

Estando en los pasillos, esperando el momento de entrar, me comentaron que un distinguido amigo dijo que, quien sabe yo no estaba por acá, bueno estoy acá y estoy para servir a la ALADI, servir a la integración y poner todo mi empeño para poder cumplir con el mandato de ustedes.

En esta oportunidad no voy a esbozar lo que sería nuestra propuesta, eso lo haré en el momento en que formalmente asuma, cuando el Secretario General me haga el traspaso de mando, la misma será presentada como corresponde.

Entonces estas palabras más que nada van a reflejar la emoción que siento en este momento y además que es muy sincera.

Quiero rendir un especial homenaje a aquellos que nos acompañaron desde un principio, que creyeron en la candidatura paraguaya y muy particularmente quiero destacar el hidalgo gesto de Colombia que al retirar su legítima postulación y apoyarnos en cambio a nosotros, ha permitido lograr este consenso que hoy podemos ya consagrar. Desde luego no esperábamos otra cosa de Colombia. Paraguay y Colombia se encuentran irremediablemente unidos en la amistad y curiosamente creo que somos, entre los países aquí presentes los únicos que nos encontramos unidos por un Tratado de doble nacionalidad paraguayos y colombianos nos sentimos indistintamente connacionales, así que Colombia muchas gracias por el gesto ilustre que tan tenido con nosotros.

Esta Sala como ustedes saben, lo decía al principio no me es extraña, fue para mí un honor integrar el Comité en nombre de mi país, hoy al retornar a la misma, a esta Casa de la Integración de la cual me siento parte no puedo sino rememorar con mucha emoción que mi primera actuación en el campo internacional, en una reunión internacional, fue precisamente aquí en el Uruguay, fue en el antiguo Victoria Plaza en una reunión de la antigua ALALC, hace muchos años, pero yo también era mucho más joven y eso es algo que siempre tengo en el recuerdo.

Debo agradecer al Gobierno de mi país que me haya honrado al postular mi nombre y ello obviamente me compromete, señor Canciller, a poner todo de mí para desempeñarme a la altura y el desafío que ello representa.

Como todos sabemos ALADI congrega países de América del Sur, del Norte, del Caribe, unidos todos por el mismo ideal integracionista y aspira la ALADI a ser una bisagra entre estas subregiones.

Nuestra región vive en estos tiempos, como ustedes bien saben, un importante crecimiento económico sostenido y nuestros países están más prósperos, sin embargo las diferencias entre nuestras propias categorías de países y las diferencias que existen entre los que más tienen y los que menos tienen lastimosamente no han logrado acercarse.

Es mi propósito, como Secretario General, poder trabajar con ustedes, con los países eficientemente, acercando posiciones, dialogar, buscar coincidencias para poder dar respuestas adecuadas a las necesidades de nuestros pueblos y de nuestra organización en particular.

Todos los países se han manifestado por el deseo firme de sus Gobiernos de revitalizar la ALADI, darle un nuevo rostro que acompañe los diversos y nuevos pensamientos económicos que hoy rigen en nuestra región y que son una realidad, como por ejemplo, entre otros, incluir una agenda social que es llevada adelante por varios de los países aquí presentes y que se ha convertido en un imperativo que pienso debemos encarar entre todos.

Señor Secretario General, apreciado Canciller Opertti, no será fácil ocupar su lugar, sé de sus logros, nos conocemos hace tiempo, lo conocí y admiré como gran Embajador del Uruguay en la OEA. Me tocó acompañar su gestión como Canciller desde otras posiciones en mi país, participé junto con otros colegas de su gran Presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas y lastimosamente no lo pude acompañar en su gestión como Secretario General porque casi simultáneamente mi Gobierno dispuso mi retiro en esa época, le repito, usted me deja un lugar que va a ser muy difícil que yo lo pueda llenar como corresponde, sin embargo haré todo mi esfuerzo y sé además que tengo una gran ventaja porque lo tendré a usted muy cerca, lo tendré y lo aprovecharé señor Canciller.

Finalmente, séame permitido expresar mi agradecimiento, nuevamente a mi país en la persona del Canciller Ramírez, por haberme postulado para ocupar esta importante dignidad continental, que es la más destacada posición en el campo de la integración americana. Y sepan hoy que a la luz de los resultados de esta Reunión, siento mayor el compromiso de poder cumplir con el mandato que hoy me han otorgado.

Muchísimas gracias.