Como ustedes recordarán, el Embajador Contreras se incorporó al Comité de Representantes el 28 de mayo de 2014. En aquella ocasión, recuerdo muy bien toda una serie de comentarios que se hicieron atentos al frondoso currículum vitae del Embajador, que realmente destacaba la decisión de su gobierno de designarlo Embajador en Uruguay bilateral y además Representante ante el Comité de Representantes de la ALADI, alta responsabilidad que sin duda ha desempeñado con gran capacidad y solvencia.

En su bienvenida todos destacamos su larga y frondosa carrera profesional y, sobre todo, su compromiso con los derechos humanos, en su país y en el continente. Estoy seguro que en el marco de su presencia en Uruguay, tanto en lo bilateral como en este Comité de Representantes, ese compromiso ha quedado claramente manifestado en todas sus participaciones y exposiciones.

En tal sentido, su constante preocupación por la persona humana, por su dignidad y sus derechos, ha sido fundamental para orientar los trabajos de esta Asociación en torno a esos principios. Quisiera destacar también, como contribución muy importante, su permanente vocación integradora, producto no solo de sus principios sino también de su trayectoria vital, habiendo vivido en el exilio en Panamá, Cuba y México, lo cual le confiere sin duda una perspectiva latinoamericana a su personalidad.

Todo esto ha servido para acentuar también su vocación de diálogo, de diálogo permanente, de diálogo en todas las instancias que nos ha tocado atravesar en este año y pico que hemos trabajado juntos en el Comité de Representantes.

Quiero destacar, en ocasión de su incorporación, el Embajador Contreras recordaba a los próceres de América Latina; San Martín, O'Higgins, Artigas y Bolívar, también a Martí y sobre todo recordaba a Salvador Allende, y decía allí “nuestro Presidente, cuyos principios, cuya visión del mundo era privilegiar América Latina, trabajar por la unidad de nuestros pueblos, nuestros gobiernos, más allá de nuestras diferencias”. Quiero recordar eso porque realmente siento que en todas sus actitudes y en su personalidad y en su acción en este Comité de Representantes el Embajador Contreras sin duda ha encargado muy fielmente esa visión del mundo del Presidente Salvador Allende.

También en su exposición, el Embajador Contreras citaba palabras recientes de la Presidenta Michelle Bachelet: “Chile es un país con vocación de apertura al mundo, seremos un activo protagonista de la política regional”, sin duda también en su accionar el Embajador Contreras ha sabido encarnar fielmente estos enunciados de la Presidente Bachelet, como decía, siempre en el marco de una trayectoria de vida altamente comprometida con el continente y con la defensa de los derechos humanos en toda su extensión.

También me parece importante, en ese sentido, recordar lo que nos decía el Embajador Contreras “quiero decirles que conozco mucho esta región y que la amo “, eso realmente creo que es un compromiso de vida expresado en toda su trayectoria y que se ha expresado claramente en su accionar también aquí en el seno de la Asociación.

También nos decía el Embajador, y no quiero abusar de la cita pero me parece pertinente, “siento que la posibilidad de una América Latina unida, integrada, es absolutamente posible y necesaria”. En esta despedida, que son tan comunes en nuestra carrera profesional y que en el caso del Embajador sentimos profundamente, realmente queremos expresarle que creemos que este sentimiento que nos expresaba ha podido ser ampliamente contemplado a través de su acción y de su pensamiento, de todas sus intervenciones aquí en el Comité de Representantes, de su actividad no solo en lo regional en el marco de la ALADI sino también en lo bilateral; en lo formal en las reuniones que hemos tenido pero también fuera de ellas, en las cuales quiero destacar asimismo la compañía permanente de su señora esposa, que también nos acompaña, y que estoy seguro es parte fundamental de la vida del Embajador Contreras.

Sin más, destacando entonces que creemos que el aporte que el Embajador ha realizado a este ámbito, en esa sabia mezcla -como señalaba en algún momento el Secretario General- de diplomáticos y políticos, ha sido muy importante para orientar los trabajos y las ideas de esta Asociación, darle un marco orientado hacia la importancia de la persona humana, de la dignidad de la persona humana y de sus derechos, por lo cual sentimos profundamente esta partida. Estamos seguros que continuará altamente comprometido, como lo ha hecho hasta ahora, con la causa de la integración latinoamericana y con la causa de los derechos humanos en la Patria Grande, como él señalaba.

Esta son nuestras palabras de despedida. A continuación quisiera ofrecerle la palabra al señor Secretario General.