...PRENSA


XVI Reunión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la ALADI
Ponencia del Secretario General Electo, Lic. Carlos Alberto Álvarez
08/11/2011

Muchas gracias.

Quiero en primer lugar agradecer a la Presidenta de mi país, Cristina Kirchner de haberme propuesto para esta importante función.

Quiero agradecer al Canciller argentino Héctor Timerman; al Vicecanciller Luis María Kreckler; al Subsecretario de Integración Económica y MERCOSUR, mi amigo José VITAR; al Embajador Daniel Raimondi; a todos los funcionarios de la Delegación argentina que trabajaron mucho este tiempo para que esto pudiera prosperar y avanzar.

A los Cancilleres de los países que aceptaron esta postulación, a los Embajadores, a los amigos aquí presentes. Con Almagro nos hemos encontrado en la última etapa cuando él asumía, es una persona que estimo mucho, con el Canciller Maduro, con quien también hemos trabajado mucho tiempo, así que después de haber presidido cuatro años la Comisión de Representantes del MERCOSUR, y haber trabajado codo a codo con muchos amigos que están acá, me dieron otra gran oportunidad de seguir trabajando y poniendo esfuerzo en esta gran tarea que es la de construir una comunidad regional, de profundizar la integración de nuestra región, una tarea que yo creo apasionante, que es una tarea de carácter estratégico, que no se puede solamente pensar en la coyuntura y en el corto plazo, y que como toda tarea estratégica tiene avances y retrocesos, pero creo que nunca América Latina había avanzado tanto como en estos tiempos en torno a la voluntad, el sentido de cooperación, el compromiso por construir más fortaleza y unidad regional.

Yo quiero marcar cuatro o cinco notas de las que yo creo más importante en América Latina, cuál es la nota distintiva de América Latina en un mundo global. La primera es que después de muchos años nos empezamos a pensar nosotros mismos. Porque había muchas décadas que otros venían pensando nuestro destino, nos proponían modernizaciones excluyentes, procesos de crecimiento con exclusión social, ajustes recesivos, y creo que desde hace bastante tiempo, por suerte, América Latina está pensando sus propios modelos de desarrollo, aceptando las especificidades nacionales, siendo respetuosos a la pluralidad de visiones, que nos parece central, y aún con visiones contradictorias, se pueden seguir construyendo región y se puede seguir avanzando. Pero creo que este dato de una América Latina que sus propias premisas, que sus propias categorías y de sus propias especificidades plantean estrategias de desarrollo integral, creo que es un dato muy significativo en la historia de América Latina.

En segundo lugar, creo que en América Latina también hace tiempo volvió la política, cuando en el 2008 escuchábamos en el Grupo de los 20 -Timerman es no testigo, sino actor directo de ese grupo- se planteaba como Sarkozy, no un hombre de izquierda, la refundación del capitalismo, por la magnitud de la crisis, lo que estaba diciendo es que la política había quedado marginada frente a la voluptuosidad, frente al desbocamiento de los mercados financieros, que no eran gobernables y no eran regulables, ni controlables.

Es decir, ahí la política había aplicado la función de defender el bien común, y la política había quedado subordinada al interés de la especulación de la economía del casino y del mundo financiero. En América Latina, por suerte, después de lo que vivimos, en la mayoría de nuestros países se recuperó la centralidad de la política, y haber recuperado la centralidad de la política es también la posibilidad de tener estrategias que descansen en la construcción del bien común en nuestras sociedades.

Esta crisis es la resultante de la crisis del 2008, y tiene que ver también con que la respuesta a la crisis del 2008 no fue la vuelta a la política como auguraban algunos líderes del mundo del norte.

La política no volvió y ustedes ven cómo los mercados financieros siguen jaqueando a los hombres democráticamente elegidos. Sigue sin resolverse la tensión entre el mundo de la especulación, el mundo financiero y el mundo de la política. Poderes de facto que tienen más poder que los poderes democráticos. Y este es un gran tema que me parece que los latinoamericanos sacamos una diferencia interesante, una diferencia apreciable porque hoy en la mayoría de nuestros países los gobiernos conducen con gran legitimidad y conducen desde la política, no conducen contra los mercados, pero conducen a los mercados, y tratan de gobernar con la gente, con los mercados, no contra la gente y con los mercados. Y eso me parece un salto cualitativo importantísimo en la región.

El tercer tema que todos estamos pensando son estrategias de desarrollo productivo, cómo diversificamos nuestras economías. Nadie, ningún país quiere quedar atado a una matriz productiva limitante, a países que solamente producimos materias primas. Todos los países estamos en la búsqueda de desarrollos productivos que permitan la creación de empleo, más justicia social y mejorar la distribución del ingreso en nuestros países.

Digo, entonces, que hay una revalorización de lo productivo frente a lo financiero, y lo que se ha planteado en la mayor parte de los países latinoamericanos es eso, son estrategias de desarrollo productivo creadoras de empleo decente y mejoradoras de las condiciones sociales que ya sabemos que estamos en un continente de desigualdades muy fuertes.

El otro tema que hemos avanzado, que nadie cree, gobiernos de izquierda o de derecha, nadie cree ya en la teoría del derrame, nadie cree que creciendo se achican las desigualdades, nadie cree en los automatismos de mercado, y todos los países en mayor o menor medida hoy en Latinoamérica tienen políticas públicas y políticas sociales de redistribución de renta y de inclusión social que son extraordinariamente importantes y los países, mayoritariamente sienten que la política de crecimiento económico tiene que ser una política asociada a mejores niveles de bienestar del conjunto de la sociedad.

Y al mismo tiempo casi por primera vez en la historia, esta crisis nos encuentra como nunca con un nivel de solidez que no es que nos blinde frente a un mundo desbocado y que genera gran incertidumbre porque uno no conoce y nadie puede aseverar cuál va a ser la dinámica o el despliegue de esta crisis en el espacio y en el tiempo, pero lo que sí sabemos y me parece que lo estamos viviendo es que los países nuestros están mucho mejor preparados para enfrentar esa crisis, que los países del sur y los países de América Latina tienen niveles de solidez muy importantes.

Entonces cuando se dice que a nosotros nos fue bien por el viento a favor se olvidan que la América Latina tuvimos épocas de viento a favor, pero que generó endeudamientos, crisis fiscales, déficit de cuenta corriente importantísimo. Hoy tenemos un esfuerzo hecho por los países para generar condiciones de solvencia, condiciones que nos permiten decir que estamos mucho mejor preparados para enfrentar esta crisis.

Y por último, el compromiso con la integración regional, porque hoy ya no es contradictoria la visión de algunos países que planteaban ingresar más activamente al mundo desarrollado a través del canal comercial y desvincularse en mayor o menor medida de la región.

Hoy, esta crisis revaloriza, no solamente esta institución, revaloriza América Latina porque todos los países nos damos cuenta que hay que fortalecer la región, que hay que construir fortalezas que nos dan reaseguros económicos pero también permiten visualizar que en un mundo de grandes actores geoestratégicos y de grandes bloques y de macroregiones, América Latina puede tener un lugar.

Por primera vez en la historia, América Latina puede ser sujeto de la historia, no objeto. Antes América Latina, era el mundo periférico, oscuro, gris, que no podía salir de la pobreza estructural, de las inestabilidades estructurales. Hoy por primera vez, se mira, así como se mira el Asia de manera optimista, hoy se empieza a mirar de manera optimista esta región, y hoy, por primera vez, después de muchísimos años, podemos empezar a ser actores y sujetos de ese nuevo orden internacional que alguna vez seguramente tendrá que nacer definitivamente, porque acordemos que vivimos una etapa de transición donde se dan los fenómenos más perversos como en todas las transiciones.

Creo que es ese compromiso de distintos signos ideológicos, de que hay que construir más región, de que hay que explorar las complementariedades, de que hay que avanzar en la integración productiva y comercial, de que hay que generar nuestras propias cadenas de valor, y las que tenemos que construir juntos, competitividades y recursos que nos hagan a cada uno de los países y a la región más importante, yo creo que es un salto dado en la región de manera importantísima.

Ahí tenemos la experiencia de la UNASUR, del ALBA, del CELAC, este primer intento de construir Latinoamérica, porque tenemos vocación latinoamericanista y no creemos en una división artificial entre Sudamérica y América Latina, creemos que hay que construir a Latinoamérica como región, aunque sea difícil, aunque sea complejo, aunque sea una tarea que demande más años, pero creo que hay que seguir pensando como latinoamericanos, porque esa es nuestra unidad de pasado y esa debe ser nuestra unidad de destino.

Y quiero hacer algunas reflexiones finales sobre este organismo, yo no quiero hablar de refundación porque siempre estamos dando vueltas y empezando de nuevo, así que no quiero trasmitir esa idea, sino que hay que plantear la continuidad, pero mis conversaciones con muchos de los que están cotidianamente aquí, de muchos países, de Embajadores, tienen la visión que este organismo hay que dinamizarlo, fortalecerlo, revigorizarlo, entonces, yo lo que quiero trasmitir es un pedido a los países. Tengo la vocación y la voluntad de visitar a los Cancilleres de los países que son miembros plenos de la ALADI, pero trasmitirle una programática de la ALADI pero previamente, como hoy existe en la región, quiero también mancomunarme en que existe una voluntad política, sobre todo en este momento, en esta crisis que se enfrenta, de fortalecer y revigorizar este organismo.

Un organismo que tiene que recuperar sentido de pertenencia, identidad, y que no tiene que sentirse parte del pasado, de los 80’, de la ALALC, tiene que sentirse parte del futuro, de los organismos que están construyendo más región. Es uno de los organismos que tiene la infraestructura técnica más competitiva, es un organismo que tiene gente muy competente trabajando. Entonces, yo creo que es un organismo que está en condiciones de desarrollar distintos tipos de capacidades en la región.

Y más allá de las diferencias conceptuales que sé que las hay, más allá de los que hablan de libre comercio o comercio justo. Sabemos que es posible encontrar síntesis operadora, porque UNASUR se construye con pluralidad y se construye aceptando distintas visiones, entonces, cómo nosotros, con la presencia de países que no están en otro organismo hoy, como el caso de México, como el caso de Cuba, como el de Panamá que va a entrar en poco tiempo, como el caso de Nicaragua, cómo no vamos a ser capaces de construir más y mejor región a partir de respetar las distintas visiones que tienen los países.

Ese es el espíritu con que asumo esta Secretaría General, creo que junto a la Secretaría General, el Comité de Representantes, los Alternos, la gente que aquí trabaja, me parece que vamos a poder construir una ALADI mejor. Construir una ALADI mejor es apostar fuerte y ayudar a avanzar en el proceso de integración. Muchas gracias. Les quedo muy agradecido desde ya.