El Secretario General de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Juan Francisco Rojas Penso, manifestó que "solamente Ecuador y Paraguay, es decir dos de las economías de los países de la región, tendrán en 2001 un crecimiento superior al del año anterior".

Rojas Penso precisó que "el crecimiento de los 12 países de la ALADI sufrió una importante desaceleración en el año 2001. Luego de aumentar un 4,1% en 2000, el PBI regional crecería únicamente 0,7% en el presente año. Al margen de Ecuador y Paraguay, en las 10 restantes economías de la ALADI, el crecimiento será inferior. Entre éstas últimas, a su vez, el crecimiento será nulo en dos de ellas y en tres casos se esperan retrocesos".

Esta realidad regional descrita por Rojas responde a los efectos de una situación recesiva que se manifestó en la reducción del comercio internacional, en la caída de la mayoría de los precios de los principales productos de exportación, en el alto costo de financiamiento internacional (debido a altas primas de riesgo), así como en la postergación de nuevas inversiones a la espera de un mejor clima económico y una mayor seguridad para obtener adecuadas rentabilidades a largo plazo.

"Los países de la región deben prepararse para enfrenar desafíos mayores, que como nunca antes en su historia requerirán de la concertación y coordinación de esfuerzos y proyectos. En otras palabras, de más y mejor integración regional. Es una realidad que el comercio intrarregional alcanzó un nivel que en los últimos años se muestra difícil de superar", sostuvo Rojas Penso.

Al respecto, el titular de la ALADI enfatizó que "lamentablemente el ritmo de crecimiento del comercio intrarregional se redujo considerablemente. Ello obedece al resultado de la desaceleración registrada en el nivel de actividad de la región en el presente año. Luego de expandirse un 23% en el año 2000, las ventas recíprocas entre los países de la ALADI registrarían un crecimiento prácticamente nulo en el año 2001".

Rojas Penso consideró que "el estancamiento económico regional repercutió en la marcha del proceso de integración. Cuando este estancamiento es generalizado, el deterioro de la demanda interna y el desempleo conducen a que los países pongan en funcionamiento mecanismos defensivos en un intento de proteger sus niveles de actividad económica".

En tal sentido, indicó que los avances en la consolidación de los acuerdos existentes "fueron escasos y el año se caracterizó por el surgimiento de controversias comerciales, lo cual impidió avanzar con el ritmo esperado en las negociaciones.

Tampoco existieron avances significativos en materia de negociaciones de libre comercio en curso. Por ejemplo, si bien las negociaciones CAN-Mercosur continuaron, hubo que postergar la fecha esperada de culminación para el próximo año".