El Embajador boliviano Willy Vargas Vacaflor se despidió de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) luego de desempeñarse durante más de dos años como Representante Permanente de su país.
Vargas Vacaflor, de reconocida trayectoria diplomática dedicada a la integración, pronunció un emotivo discurso durante una sesión extraordinaria del Comité de Representantes.
Ante los Representantes Permanentes de los 12 países de la Asociación, el Embajador boliviano reiteró su convicción “de que la integración, plena y sin exclusiones, es el único camino para que América Latina logre su desarrollo económico y social”.
Al respecto, Vargas Vacaflor enfatizó que para concretar el desarrollo económico y social de la región se necesita “lograr un aprovechamiento de los extraordinarios recursos que posee América Latina, con una distribución equitativa para satisfacer las expectativas de la población creciente”.
Durante un tramo de su discurso de despedida, el diplomático boliviano resaltó el contenido de la Resolución 55 del Duodécimo Consejo de Ministros, a través de la cual se reconoce y concreta la voluntad política de procurar una Zona de Libre Comercio, instancia imprescindible en el proceso orientado hacia un Mercado Común Latinoamericano.
En tal sentido, subrayó que “es evidente que este objetivo intermedio puede parecer modesto después de 42 años de negociaciones, pero lo cierto es que sería un logro enorme si consideramos que nuestra región se caracteriza por su diversidad, conflictos internos, desigualdades regionales, la presencia multicultural de poblaciones originarias y de territorios no homogéneos”.
Considero que debe asegurarse para el próximo Consejo de Ministros una sólida base que permita acuerdos conducentes a la concreción de los objetivos programados, que cronológicamente deberán ajustarse al calendario de la negociación hemisférica que está en curso”, sostuvo Vargas Vacaflor.
El Embajador boliviano también se refirió al alcance político de la integración, que definió como el “único mecanismo que posibilitará el fortalecimiento de los principios que consagran la convivencia solidaria y de cooperación en la región”.
Según Vargas Vacaflor, el éxito de la integración también radica en el “respeto de la democracia, el establecimiento de una zona de paz para destinar más recursos a la inversión social, a la lucha contra la pobreza, el terrorismo y el narcotráfico, todos males que aquejan a nuestra región”.