El comercio intrarregional del primer semestre de 2002 registraría una caída del 19% respecto a igual período del año pasado, según estimaciones preliminares realizadas por la Secretaría General de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

La caída del comercio intrarregional responde, fundamentalmente, a la reducción de las importaciones efectuadas por los dos principales mercados de la región, es decir, Argentina y Brasil. En ese sentido, corresponde señalar que ambos países explican el 90% de la contracción del comercio intrarregional (62% Argentina y 28% Brasil).

Asimismo, las compras recíprocas entre esos dos países experimentaron la misma tendencia decreciente. Con relación a Chile, tercer comprador regional, sus importaciones también se contrajeron, en tanto que aquellas realizadas por Ecuador y México constituirían las únicas excepciones a la caída que experimentó el comercio intrarregional.

En tal sentido, el Secretario General de la ALADI, Juan Francisco Rojas Penso, expresó que en el transcurso del presente año “no se evidencia aún ningún signo de reversión de las dificultades más acuciantes que afrontan los países de la región, que son las trabas internas al crecimiento nacional y la ausencia de un consenso regional. Por el contrario, persisten aún los desafíos de superar el estancamiento y la depresión del ritmo de actividad de los países miembros de la ALADI, así como las dificultades de acceso al financiamiento externo”.

Rojas Penso considera que además confluyen otros elementos, tales como “las especulaciones sobre el resultado del proceso electoral en Brasil, con la consecuente volatilidad en su mercado cambiario”.

El Secretario General de la ALADI agregó que “si bien, de manera general y exceptuando al Uruguay, no se ha propagado hasta el presente el contagio de la crisis Argentina a la región, el conjunto de esos factores contribuye a incrementar el grado de incertidumbre imperante sobre sus perspectivas de evolución”.

El titular de la ALADI sostuvoe también que “el deterioro de la situación económica internacional producido desde el año 2001 revela una vez más la vulnerabilidad externa de las economías de la región”.

Sin embargo, Rojas Penso entiende que los principales factores que incidieron en ese deterioro, tales como el menor ritmo de crecimiento de la economía americana y sus consecuencias en los países de la ALADI (menor demanda de sus principales productos de exportación con su consiguiente caída de precios), “habían sido objeto de múltiples declaraciones y advertencias, lo cual los tornaba previsibles”.

El Secretario General de la ALADI señala que independientemente del entorno externo que enfrentan los países de la región desde el año 2001, así como de la coyuntura actual, las importaciones intrarregionales nunca han superado el techo de 46.000 millones de dólares registrado en 1997. “Más que un desafío puramente cuantitativo, la superación de dicho estadio depende de un conjunto de mejoras en la calidad de la integración, articuladas en torno al fomento de una mayor transparencia en sus mecanismos y en su institucionalidad”, acotó Rojas Penso.

“Una creciente propagación de la integración en el seno de los países, especialmente entre los diferentes agentes económicos y sociales, permitiría lograr una mayor incorporación de este ámbito en las políticas internas. En efecto, una de las principales mejoras depende de la modificación radical del sitial que le corresponde a la integración dentro de las estrategias de desarrollo de cada uno de los países”, finalizó Rojas Penso.