Economista Leonardo F. Mejía, Embajador Rodrigo Arcaya Smith
y
Embajador Carlos Onis Vigil

El Comité de Representantes de la ALADI despidió el pasado 29 de mayo al Embajador Rodrigo Arcaya Smith, Representante Permanente de Venezuela.

El Embajador Arcaya, que fue Presidente del Comité de Representantes, se refirió en su discurso de despedida, a la importancia que tiene para Venezuela la integración latinoamericana , “que para nosotros es primordial y por lo cual debíamos luchar y que ese iba a ser el fundamento de mi actuación en este seno”.

Opinó que la acción de la ALADI, no sólo debe quedarse en materia arancelaria o liberación de comercio, sino que se debe ir pensando en una integración de mayor ámbito que el comercial.

Arcaya Smith cree de todas formas, “que no hay duda que los países que conforman ésta Institución, tienen una voluntad política de integración latinoamericana. Todos lo manifiestan y todos están claros en esa materia. Lo que no hay, y eso es una conclusión crítica es claridad en qué hacer, cómo hacerlo y con qué hacer esta integración latinoamericana”.

Luego de su discurso, el Presidente del Comité interino, Embajador Carlos Onis Vigil, Representante argentino, resaltó la actuación del Embajador saliente como Presidente del Comité, agradeciendo su aporte a los trabajos preparatorios de la XII Reunión del Consejo de Ministros de ALADI, en particular la propuesta de Venezuela para incluir en la Resolución 55 el mandato para la elaboración de un informe conteniendo las bases de un programa para la conformación progresiva de un espacio de libre comercio al interior de la ALADI en la perspectiva de alcanzar el objetivo previsto en el Tratado de Montevideo1980, el Mercado Común

Por su parte, el Secretario General interino, Economista Leonardo F. Mejía agradeció la valiosa colaboración que dispensó durante el desempeño de sus funciones como Representante Permanente y como Presidente del Comité y resaltó la convicción y el entusiasmo del Embajador Arcaya; quien en reiteradas ocasiones, planteó la necesidad de alcanzar el objetivo atribuido al proceso de integración, en el Tratado de Montevideo, esto es el de la creación del mercado común latinoamericano.