La Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), se ha posicionado como una herramienta indispensable para los países de la región que, durante décadas han realizado esfuerzos constantes para mejorar su participación en el mercado internacional y para incrementar la competitividad de sus productos.

En efecto, la VUCE tiene un gran significado en términos de facilitación del comercio. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicado en 2018, una reducción de tiempos y trámites en el área de las formalidades en las operaciones de comercio exterior, generaría reducciones de costos comerciales de aproximadamente 7% para los países de la región latinoamericana.

En ALADI, el concepto de facilitación del comercio se refiere a la racionalización, simplificación, reducción o eliminación de todas las medidas o barreras que obstaculicen de manera injustificada el comercio internacional. También se entiende que la facilitación del comercio tiene como fin el desarrollo de un ambiente consistente, transparente y predecible para la ejecución satisfactoria de transacciones de comercio internacional, resultante de la aplicación de instrumentos tales como simplificación de formalidades y procedimientos, estandarización y mejoras en la infraestructura física y armonización de las leyes y regulaciones, con base en normas y prácticas internacionales.