Carta del Secretario General de la ALADI  
 


Frente a la crisis: la mejor protección es más integración

La crisis que atraviesa una parte muy importante del mundo desarrollado, obliga a nuestros países a responder con más y mejor comercio entre nosotros. La mejor protección respecto de la producción y el empleo, tomando en cuenta las políticas contracíclicas y la solidez macreconómica de cada una de las Naciones, es profundizar la integración regional y trabajar más sistemáticamente en eslabonamientos productivos regionales que compensen las restricciones que nos presenta hoy el mundo desarrollado.

No hay dudas que América Latina está mucho más preparada para defenderse frente a la incertidumbre y el posible empeoramiento de la economía global.

Esto ya se ha demostrado en la peor crisis de la economía mundial en el año 2008 y tuvo que ver con la eficacia con que la mayoría de los gobiernos de la región gestionaron la economía.

Pero al mismo tiempo sigue habiendo una gran asignatura que es avanzar en la tarea comunitaria de industrializar la región, mejorar el contenido tecnológico de nuestras producciones y que nos haga depender menos de las materias primas. Esta tarea, tanto en lo coyuntural como en lo estructural, hay que diseñarla y plantearla desde un esquema de planeamiento estratégico en la región. Cómo transformar nuestras grandes ventajas competitivas, asentada sobre todo en los recursos naturales en un sistema productivo de mayor valor, más integrado regionalmente y más competitivo en el escenario global.

Pensar y actuar en la región más coordinadamente es fundamental y también poder articularse de manera más estrecha para enfrentar los retos y los desafíos que nos plantea la emergencia de un nuevo mundo, con fuertes actores que resurgen y que nos interpelan no solo como Naciones, sino también como región.

Esta doble situación, la crisis en lo inmediato y los cambios de paradigmas y actores en la escena global impactan sobre nuestras agendas y nos obligan a replantear las estrategias de desarrollo en la región y nuestras modalidades de relacionamiento. De aquí la necesidad de una reflexión compartida sobre el papel de los organismos de integración, sus funciones y misiones al calor de una nueva dinámica de la economía mundial y latinoamericana. En este sentido, la ALADI puede jugar, junto con la CEPAL y la CELAC, un rol fundamental para colaborar en el redimensionamiento de la región, el rol de cada uno de los organismos y cómo se pueden articular políticas regionales que nos hagan estar más fuertes en la crisis y más y mejor integrados productivamente en términos estratégicos y que nos permita por supuesto lo fundamental: achicar las brechas de desigualdad y de injusticias que padece nuestra región.

Carlos Chacho Alvarez
Secretario General de ALADl

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