Proceso de Integración

   Otras

   Implementación de un plan para promover la seguridad alimentaria

El Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025 fue aprobado en enero pasado durante la III Cumbre presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Costa Rica. La estrategia fue desarrollada por los países de América Latina y el Caribe con el apoyo técnico de la FAO y el soporte de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La reunión en la capital chilena contó con la participación de representantes del Ecuador, que ostenta la Presidencia Pro Témpore de la CELAC, y del cuarteto del organismo, integrado por Costa Rica, Ecuador, República Dominicana y Bahamas.

América Latina y el Caribe demuestran un nivel único de compromiso político con la lucha contra el hambre. El programa busca profundizar las sinergias entre el trabajo regional de las organizaciones internacionales participantes y el Plan de Seguridad Alimentaria de la CELAC para potenciar sus efectos y buscar la mayor integración posible entre todos los actores.

El objetivo final del plan de acción es erradicar por completo el hambre a más tardar en el 2025, una meta ambiciosa y exigente que se puede alcanzar con la colaboración de todos.

América Latina y el Caribe tienen la posibilidad de erradicar el hambre en un plazo de diez años y de acabar con un flagelo que afecta aún a 37 millones de personas en la región.

La región ha recorrido parte del camino, ya que es la única en el mundo que ha cumplido con el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: reducir a menos de la mitad el número de personas malnutridas desde la década de los noventa al bienio 2012-2014.

Las reuniones que se llevaron a cabo en Santiago abordaron la estrategia para llevar a la práctica los cuatro pilares del plan de seguridad alimentaria aprobados por la CELAC en enero pasado.

El primer pilar del plan es la elaboración de políticas públicas en cada país y en la región con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria. Los demás pilares buscan asegurar el acceso sostenible a alimentos nutritivos, garantizar el bienestar nutricional de todos los grupos vulnerables de la población y combatir la obesidad, que se ha convertido en la otra cara de la malnutrición. El último capítulo del plan de la CELAC tiene por objetivo garantizar la estabilidad de la producción de alimentos y la atención oportuna ante desastres humanos o naturales.

Volver