Artículo de Opinión

   Los Desafios de la Convergencia en la Diversidad

El reto actual es: fortalecer la unidad en la diversidad en una perspectiva convergente ALADI, es el primer y más importante bloque de integración regional

EXPO ALADI 2014, (Oct./Montevideo) fue un paso destacado de una política practica en la construcción de un mercado común latinoamericano, en la nueva gestión de la ALADI para renovar el impulso integrador.

Como Presidenta del Comité de Representantes de la ALADI valoré así la recientemente clausurada y más importante macrorueda de negocios que reunió en Montevideo durante tres días a casi 800 empresarios latinoamericanos y caribeños (de 600 empresas importadoras y exportadoras de siete sectores de comercio). Queremos que los empresarios comercien entre si y exploren las posibilidades de complementación de asociación y que lo latinoamericano cobre más fuerza en términos del tejido productivo de la región. El principal desafío para la ALADI consiste en incrementar el comercio intraregional hoy por debajo del 20% y promover el mercado internacional.

Tuve el honor de inaugurar el evento junto al Presidente José Mujica Cordano, el Canciller Luis Almagro, el Secretario General Carlos Chacho Alvarez, quien planteó además que, por primera vez en mucho tiempo: “América Latina tiene la posibilidad de convertirse en un actor importante a nivel internacional”.

El presidente uruguayo, José Mujica Cordano, saludó “la perspectiva de crear un mercado común latinoamericano, capaz de insertarse en el comercio internacional, pero alertó sobre los desafíos planteados por otros bloques de países. Yo soy partidario de integrarnos con el que se descuide” bromeó el mandatario al inaugurar la macro rueda de negocios EXPO ALADI. Tras mencionar intentos de agrupar comercialmente a países, tanto del océano Atlántico, como Pacífico, señalo que, sin embargo, esas acciones ignoran a China, el mayor demandante y mayor comprador de esta región. No se puede ignorar el peso económico de China, subrayó Mujica al enumerar varias dudas sobre los objetivos de algunos bloques regionales. Por otro lado, dijo que existen más de 300 tratados de libre comercio mientras predomina una creciente interdependencia y un proteccionismo de los países centrales”. Mujica señaló además que no nos integramos porque fracasamos en el campo político.

A su vez el canciller uruguayo, Luis Almagro Lemes, resaltó la necesidad de crear un mercado ampliado de la región, aunque señaló que la economía regional es muy diversa y faltan conexiones entre los países latinoamericanos, entre otros obstáculos. Augurando éxitos a la ronda de de negocios.

Carlos Alvarez, Secretario General de la ALADI planteó que “la región cuenta con valores e intereses comunes, como la paz, la democracia y el respeto por los derechos humanos”, entre otros. Subrayó la importancia de encuentros como este, “con un mayor protagonismo latinoamericano en momentos en que se están produciendo cambios muy fuertes en la arena internacional”. Alvarez destacó especialmente lo que describió como “una coyuntura muy amigable para que los países de la región se esfuercen en la construcción de un mercado latinoamericano ampliado”.

Como la Embajadora del Perú en el Uruguay y Presidenta del Comité de Representantes de la ALADI, elogié la existencia de una red de acuerdos comerciales depositados en la ALADI entre países que pertenecen a diversos bloques subregionales y llamé a superar los niveles actuales de comercio intraregional a impedir que la fragmentación se oponga a la convergencia y a renovar el esfuerzo impulso integrador de ser nuestro continente bioceánico.

Como precedente de esta rueda de negocios en lo que respecta a la información de las ruedas de negocios, realizadas en el 2014, la información más relevante es la siguiente:

1. III Encuentro Empresarial Andino, celebrado en Lima los días 29 y 30 de abril de 2014, en el que participaron empresas exportadoras y compradoras de los países de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), teniendo como país invitado a Chile.Empresas participantes: 704Empresas compradoras: 203Empresas exportadoras: 501Nº de citas de negocios: 4,200Cifra de intención de Negocios: USD 108 millones.

En la primera versión del Encuentro Empresarial Andino llevada a cabo en Guayaquil, Ecuador, en marzo de 2012, participaron 325 empresas exportadoras y 230 empresas compradoras (555 en total), con 3,515 citas de negocios y USD 64 millones en ventas directas y compromisos de negocios.

La segunda edición del Encuentro Empresarial Andino efectuada en Bogotá, Colombia, en abril de 2013, participaron 400 empresas exportadoras y 200 empresas compradoras (600 en total), se registraron 4,000 citas de negocios y se alcanzó como resultado USD 92,5 millones en ventas directas y compromisos de negocios.

2. II Macro Rueda de Negocios de la Alianza del Pacífico realizada en Puerto Vallarta, Jalisco, México, los días 10 y 11 de junio de 2014.

Participaron los países miembros de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú) y como países invitados compradores de China, Corea del Sur y Japón.

Empresas participantes: 709

Empresas compradoras: 233

Empresas exportadoras: 501

Nº de citas de negocios: 2,111

Cifra de intención de Negocios: USD 207 millones.

La I Rueda de Alianza del Pacífico se llevó a cabo en Cali, Colombia, los días 9 y 10 de junio de 2013. En esa primera edición participaron compradores y exportadores miembros de la Alianza reportando compras por más de USD 116 millones de dólares.

La III Macro Rueda de Negocios de la Alianza del Pacífico se desarrollará en Lima, Perú, en fecha a definir (probablemente en junio de 2015).

3. Macro Rueda de Negocios EXPO ALADI 2014, celebrada en las instalaciones del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), Montevideo, los días 8 al 10 de octubre de 2014, con la participación de compradores y vendedores de los 13 países miembros de la ALADI, y como país invitado Nicaragua.

El evento reunió a más de 600 empresarios de los 13 países miembros, con más de 3.000 citas de negocios y acuerdos de intención de negocios ascendente a la suma de USD 142 millones.

Los Hitos Latinoamericanos fundantes de la integración: una utopia común

Antecedentes

Hace 54 años (1960) que el primer proyecto integracionista de los países de América Latina, se propuso asegurar un mejor nivel de vida de su población y tuvo su primer hito fundacional con la firma del Tratado de Montevideo (TM60), que estableció la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio – ALALC- y tuvo por objetivo alcanzar una mayor integración económica entre los 7 países inicialmente firmantes, Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, a los que posteriormente se unieron Colombia, Ecuador, Bolivia y Venezuela. El 12 de agosto de 1980 los Gobiernos de los once países de la ALALC suscribieron el Tratado de Montevideo 1980 (TM80), instrumento que dotó al proceso de nuevos mecanismos dirigidos a proseguir con el esfuerzo integracionista. El 26 de agosto de 1999 se perfeccionó la primera adhesión al Tratado de Montevideo 1980, con la incorporación de la República de Cuba (12) como país miembro de la Asociación, Panamá (13) lo hizo en febrero del 2012, y ahora el camino está abierto en breve para Nicaragua (14).

El nuevo desafío es la incorporación a la ALADI de Costa Rica, El Salvador y Guatemala, entre otros, para ampliar la ALADI hacia Centro América y el Caribe. El último Consejo de Ministros (XVII), realizado el 21 de agosto del 2014 en Montevideo, se estableció este nuevo acuerdo de completar el mapa latinoamericano; ello implicaría la ampliación del espacio económico y cumplir con el propósito de un mercado común latinoamericano, acorde con la agenda de desarrollo post 2015 que no debe tolerar que hambre, pobreza, desempleo y desigualdad sigan caminando de la mano.

El comercio no es un dispositivo político liberal que impida la convergencia

La ALADI alberga un conjunto de proyectos de la región. Conviven en ella diferentes países del MERCOSUR, de la Comunidad Andina, del ALBA, de la Alianza del Pacífico. Son naciones de distinto carácter político, económico, ideológico y presentan distintas visiones de cómo se insertan los países en la economía mundial. Respetuosos de esa diversidad y de ese pluralismo y la pluripertenencia tenemos que construir una agenda positiva que garantice básicamente contribuir al desarrollo de América Latina y el bienestar de nuestros pueblos.

“Una cosa fue la ALADI en los sesenta, influenciada por el pensamiento de la CEPAL —es decir no era un pensamiento liberal, sino que era un pensamiento desarrollista— donde planteaba que a los modelos de desarrollo nacionales, que debían ser modelos industriales y modelos diversificados para evitar las dificultades y las injusticias en los términos del intercambio comercial, nosotros teníamos que agregarle una integración de nuestras economías y nuestros mercados para que América Latina dejara de ser un continente periférico y marginal o dependiente y pudiera ser un actor económico importante. El principio de este siglo retoman desde otra perspectiva mucha fuerza los planteos de integración regional como complementarios, como un instrumento al desarrollo político, económico y social de nuestros países. Sabemos que la integración no puede “mercantilizarse”, sabemos que no puede estar solamente como integración de mercados, que es importante cuando le sirve al bienestar de nuestros pueblos. Pero también sabemos que la integración de nuestras economías es fundamental para ser menos vulnerables a las oscilaciones de un capitalismo y de una globalización absolutamente incierta e inequitativa y desigual”. (Alvarez, Carlos, Secretario General de la ALADI/XVII Consejo de Ministros/Agosto 2014).

¿Cuál es uno de los vínculos de nuestra diversidad? Uno de los vínculos que nos une es la afirmación, el acuerdo que tienen todos los países, independientemente de qué proyecto estén llevando adelante, que es necesario fortalecer el mercado interno latinoamericano. Esto lo plantean países de apertura absolutas en sus economías y países que tienen una cantidad importantísima de tratados de libre comercio con el mundo, hasta países que son más cuidadosos y defensivos respecto a su modelo y estrategia de desarrollo. Esto es un denominador común nuestro. Hoy nos encontramos con 300 TLC en el mundo y otros 200 en proceso de negociación, difícil hablar de un libre mercado. Para el Presidente Uruguayo Pepe Mujica “hay más TLC que países”, comentó recientemente en la EXPO ALADI realizada del 8 al 10 de Octubre en Montevideo, se requiere hacer un mapa mundial de los TLC para entender hoy el problema de la interdependencia y el proteccionismo a la vez. Hay un mundo difícil, incierto, en transición y donde la geopolítica empieza a mandar en el comercio. Porque hoy cuando nosotros vemos el TPP (Trans-Pacific Partnership) y el Acuerdo Transatlántico lo que estamos viendo no solamente es una estrategia comercial, sino también estamos viendo la renovación de la geopolítica dominando los temas del comercio, porque sobre todo en el TTP ahí hay una disputa de Estados Unidos con China acerca de la influencia o la predominancia en Asia de esos países. Y por otro lado, en el acuerdo Estados Unidos – Europa está también la posibilidad de que ese acuerdo esté creando las reglas del juego, la cancha y ponga los estándares del comercio para todo el mundo.

En nuestro continente hay un déficit de Integración y un Superavit de organismos

Para los latinoamericanos la búsqueda de un destino común tiene ya un largo camino, sin embargo enfrenta aún un superávit de organismos, frente a un déficit de integración

El cuadro anexo al presente texto; nos da una mirada retrospectiva que como por más de medio siglo apeló a la necesidad de la creatividad, en la búsqueda de un destino común, dado que no era posible atender a modelos pre-existentes. La integración debería ser además integral y superar su enfoque exclusivamente comercial. Veinte (20) han sido los organismos y/o mecanismos de integración desde la creación de la ALADI (antes ALALC) hasta la CELAC y la Alianza del Pacífico, como los más recientes.

Por supuesto que muy lejos debemos ubicarnos hoy del Tratado de Tordesillas (1479) que dividió el océano Atlántico por medio del trazo de una línea de polo norte a polo sur, 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, dejando el hemisferio oriental para la Corona de Portugal y el hemisferio occidental para la Corona de Castilla. Y los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal se pusieron de acuerdo sobre qué conquistas podrán realizar. Ese tratado de fraccionamiento del océano representó la gran novedad porque se estableció una frontera que divide tanto el mar como la tierra, suponiendo además una nueva concepción de dividir los territorios que determinaron la configuración de América del Sur. Actualmente mucha agua ha corrido bajo el puente o más bien sobre los océanos de nuestras dos orillas, en toda nuestra América bioceánica, desde esa época.

El Tratado de Montevideo (TM80) supuso en 1980, un cambio fundamental en la estrategia de integración y respondió a la necesidad de renovar el impulso integrador. La ALADI se planteó como objetivo a largo plazo crear, en forma gradual y progresiva, un mercado común latinoamericano, en “un marco flexible”, y al abrir la posibilidad de crear relacionamientos bilaterales y subregionales permitan desarrollar un proceso de integración a distintos ritmos y con una perspectiva convergente.

Quizá todavía medio siglo después en el corto plazo el mercado común latinoamericano que muestre una América unida nos resulte una utopía, pero nosotros persistiremos en tratar de alcanzar dicho objetivo en un periodo de tiempo razonable. Nuestra utopía es grande y estoy segura por ello que no la perderemos de vista.

Reconocemos, claro está, que no todos nuestros países miembros comparten los mismos criterios u opiniones sobre el libre comercio, el mercado y el desarrollo, pero debemos hacer lo posible por concentrarnos en aquellos temas en los que podría alcanzarse niveles de consenso, tales como: la facilitación del comercio y asuntos aduaneros, la seguridad alimentaria, la integración digital y productiva, la ciencia y tecnología, los bienes culturales, así como la promoción del comercio orientada al mayor y mejor aprovechamiento de las preferencias negociadas en el marco del TM80, sólo por citar algunos en esta ocasión.

Impidamos que la fragmentación se anteponga a la convergenciaBajo este panorama, un desafío central en el 2015 consiste en el logro de un entendimiento que haga posible y viable una “hoja de ruta de la integración” que oriente el futuro de la ampliación del proceso de la integración latinoamericana y su profundización sobre la base de la adopción de acciones multilaterales que superando la lógica de la fragmentación anteponga la convergencia regional como una fortaleza en Latinoamérica.

Por su parte la CELAC “nace en medio de un giro progresista, impulsada por Lula, Kirchner y Chávez y expresa en el 2014 la integración de 33 naciones extremadamente diferentes. En territorios, recursos naturales, grados y modelos de desarrollo, políticas comerciales respecto al resto del mundo, en resumen una amplia batería de diferencias estructurales que si bien no se plantea a la desaparición de la OEA, sin alternativas a la innegable influencia norteamericana. Encontrar los factores aglutinantes de la CELAC, es el actual reto.

De ALADI a CELAC, hay un destino común que por supuesto debe apelar al pensamiento estratégico. Luego de más de medio siglo se apeló a la necesidad de la creatividad; la realidad ya no tolera procesos rígidos sino flexibles. El año 2012 tuvo un significado de excepción, un debate académico sobre la integración regional, organizado los días 1 y 2 de agosto por la Presidencia Pro Témpore de CELAC y ALADI se realizó con el objeto de presentar insumos a la primera cumbre de jefas y jefes de estado y de gobierno de la CELAC, realizada en Chile los días 27 y 28 de enero del 2013. Los expertos asistentes a estas reuniones, cuya sede fue Montevideo, destacaron, una vez realizado un balance sobre lo que ha sido la integración en los últimos 20/30 años, que: se han desarrollado circuitos de comercio intraindustrial en la región, se establecieron instituciones financieras interesantes y exitosas en la región y se tiene conciencia de la importancia de nivelar a los países de menor desarrollo relativo (PMDER).

Se identifican como deficiencias de los procesos de integración: La falta de estrategias nacionales de integración, la ausencia de pensamiento estratégico, pusieron el acento en una voluntad política insuficiente, la precariedad del desarrollo institucional y de reglas de juego que redunda muchas veces en el incumplimiento de los compromisos asumidos por los países. Se señaló que los procesos tienen un excesivo carácter intergubernamental que dificulta el cumplimiento de los compromisos acentuándose la incertidumbre jurídica. La precariedad de las normas (reglas de juego) afecta la seguridad jurídica del intercambio comercial y las inversiones que, asimismo, ante las crisis, se imponen los criterios nacionales y la adopción de medidas proteccionistas por sobre los esfuerzos de integración, la falta de redes y cadenas productivas es otro tema desafiante, al igual que la deficiencia en la infraestructura física y de conectividad entre los países. La mayoría del comercio entre los países está dado entre empresas multinacionales que suelen imponer su propia dinámica, la integración aún no ha sido suficientemente internalizada por nuestros pueblos. Finalmente, hay una proliferación de mecanismos de solución de controversia para obtener una mayor legitimidad social. Los Tratados de Libre Comercio (TLC) que los países de la región suscriben con otros extra regionales tienen cláusulas de solución de controversias obligatorias. Esta es una parte muy débil del proceso de integración histórico en América Latina y el Caribe.

De igual modo, estimo de importancia vital mantener inserta a la ALADI, en tanto mecanismo referente del proceso de integración, en los trabajos de la “Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe -CELAC-” y continuar actuando como organismo articulador y facilitador del dialogo sobre la dimensión económica-comercial y seguridad alimentaria. La ALADI posee un acervo jurídico-institucional además de un expertise técnico de primerísimo nivel, lo suficientemente amplio como para desarrollar eficientemente esas tareas, con lo cual estaremos aprovechando la representativa institucionalidad existente en la región en beneficio de la CELAC. El fortalecimiento del rol de ALADI como pilar de la integración comercial de la CELAC fue el reto inmediato de la última Sesión Plenaria del Consejo de Ministros de ALADI (Agosto 2014).

La integración no es el punto de partida sino el de llegada, debemos proponernos firmemente renovar el impulso integrador Por ello, el proceso de integración regional no puede ser visto sólo como una posibilidad de expansión de mercados y desarrollo de negocios privados, de por sí importante para poder ampliar y diversificar nuestra producción, sin alcanzar economías de escala, generar empleos, mejorar ingresos, mejorar la competitividad, entre otros; sino entendido como la sumatoria de esfuerzos que nos conduzcan a un modo de inserción internacional más balanceado y equitativo y que sea una herramienta esencial para contribuir con la inclusión social, la expansión del comercio intraregional, (que es actualmente del 17%) el crecimiento económico y el desarrollo humano con equidad y la calidad de vida de los latinoamericanos.

Debemos por ello poner por delante que nos une pero no debemos olvidar nunca que aun en este continente biocéanico y excepcional, hambre, miseria y desempleo siguen caminando de la mano en América Latina.

Debemos generar sinergias y evitar la duplicidad de esfuerzos. En esa lógica, hay que ser muy flexibles, realistas, evitar la retórica y establecer objetivos concretos.

El año 2014 la economía regional, dependiendo del país, continuará aún sufriendo los impactos de la crisis particularmente como consecuencia de la frágil recuperación de la economía estadounidense, la recesión en la zona euro y la desaceleración de la economía china. En este escenario, las economías emergentes sentirán los efectos de una coyuntura externa desfavorable en las economías desarrolladas por varios factores (menor demanda externa de sus productos de exportación, mayores flujos de inversión de carácter especulativo, apreciación de sus monedas locales que afectarán la competitividad de sus exportaciones; entre otros). No obstante, se debe reconocer que, de manera general, la región se encuentra en mejor posición y condiciones para enfrentar el actual clima de volatilidad e incertidumbre de la economía global y con sólidos fundamentos económicos que permitirán enfrentar los impactos negativos de la misma. El desafío es afirmar la integración regional y una visión estratégica común.

Somos conscientes que enfrentamos actualmente importantes retos, que existen visiones distintas sobre el futuro del proceso de integración regional y los modelos de desarrollo, y que es necesario renovar el impulso integrador. No obstante, debemos desplegar nuestros mejores esfuerzos para buscar puntos de coincidencia, con pleno respeto de estos enfoques diferentes. En este sentido, creemos que: es preciso fortalecer el principio de la unidad en la diversidad, superar el déficit de integración, el superávit de organismos y afirmar el desafío de integrarnos en un destino común, en una perspectiva convergente en esa diversidad.

Ello implicaría, no solo contar con capacidad de decisión política, sino ser capaces de tener voluntad política decidida.

Aída García Naranjo Morales
Embajadora de Perú ante el Uruguay Representante Permanente ante ALADI y MERCOSUR
Presidenta del Comité de Representantes de la ALADI

 

 

Cuadro Organismos Aída García Naranjo

Nota: Las opiniones vertidas en el presente Artículo son de la exclusiva responsabilidad de su autor.

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