Artículos de Opinión

   Elementos para Repensar la Integración Asia – América Latina

América Latina debe profundizar su integración con el Asia Pacífico, la región más dinámica económicamente del mundo. Después de una década de alto crecimiento, América Latina todavía no ha logrado una integración profunda entre sus bloques. Asimismo, América Latina se encuentra todavía muy lejos del Asia Pacífico.

La agenda pendiente incluye la negociación de más acuerdos bilaterales y plurilaterales, en los que se profundicen las condiciones de acceso a los mercados y se armonicen las reglas y disciplinas del comercio. En casos como la acumulación de origen, iniciativas sectoriales permitirán mayores niveles de integración productiva en la región y la definición de encadenamientos productivos regionales. La profundización del marco normativo que permita realizar los mencionados encadenamientos productivos debe acompañarse con mayor promoción comercial y de inversiones para dinamizar el acercamiento de los empresarios de ambas regiones y mejoras en la infraestructura y servicios de transporte y logística que faciliten los negocios.

Negociaciones comerciales

América Latina, y sus bloques regionales deben fortalecer su relación con ASEAN, piedra angular de la integración asiática. La zona de libre comercio efectiva para los socios de ASEAN-6 (Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia y Singapur) incluye a más del 99% de productos con aranceles entre 0 y 5%. El resto del bloque ASEAN-4 (Birmania, Laos, Camboya y Vietnam) ha avanzado con más del 65% del universo arancelario liberalizado. Alrededor de este bloque se formó el proceso ASEAN+3 con China, Japón y Corea. Este es uno de los bloques con mayor nivel de comercio intra-industrial del mundo. Se deberían promover acercamientos de MERCOSUR, Comunidad Andina y ALADI al bloque del sudeste asiático.

Otra estrategia ha sido utilizar los acuerdos negociados con Estados Unidos como plataforma para facilitar la armonización de acuerdos. El Acuerdo Comercial Transpacífico (TPPA por sus siglas en inglés), luego de ser una iniciativa de cuatro países, está siendo moldeada por la participación de Estados Unidos y la incorporación de otros socios comerciales que ya tienen un TLC con dicho país y pretende constituirse como la base para la integración de APEC. Los países que están negociando incluye a Australia, Brunei Darussalam, Chile, Canadá, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam, todos miembros de APEC. Japón expresó su deseo de ingresar a las negociaciones aunque todavía no ha tomado la decisión por ser un tema sensible políticamente. Tailandia también manifestó su interés en ingresar a las negociaciones. Corea del Sur fue invitada por Estados Unidos a participar en las negociaciones pero declinó momentáneamente. México, Perú y Chile son los tres países de la región que participan del bloque. Costa Rica, Colombia y Ecuador han manifestado interés de incorporarse al APEC aunque todavía no se ha levantado la moratoria de ingreso de nuevos miembros en este foro. Las negociaciones del TPPA deberían dar indicios de cómo trabajar la acumulación de origen y la coexistencia o yuxtaposición de acuerdos bilaterales con uno plurilateral. El plazo de terminación de la negociación del TPPA es incierto. Probablemente la Ronda de negociaciones de Lima a mediados de 2013 permita tener un balance más claro del desenlace de estas negociaciones, con múltiples temas pendientes de difícil definición.

La alianza del Pacífico formada por México, Colombia, Perú y Chile, países que han migrado claramente hacia una estrategia clara de regionalismo abierto, es otro frente estratégico para la integración con Asia. Varios países han mostrado interés en el mismo. La aceleración para la creación de un área de libre comercio fue políticamente adoptada con celeridad. Se están trabajando frentes de acercamiento empresarial. Este foro se traslapa con varios otros como el TPPA o el ALADI. Se trata de una cosecha temprana de países que ya han avanzado acuerdos bilaterales y que desean posicionarse en la región como bisagra con el Asia. Todavía es incierto como acordaran los países profundizar la integración y utilizar esta plataforma en los negocios con Asia.

Uno de los actores claves en el futuro de la integración regional y cuya política delineará la forma de integración con Asia es Mercosur, y en particular Brasil. Luego del fracaso del ALCA, el foro multilateral se convirtió en la estrategia dominante para Brasil lo que imposibilita su participación en un esquema como el del TPPA. El liderazgo de Brasil para potenciar la integración regional ha sido irregular. Más aún, el propio Mercosur como bloque enfrenta turbulencias periódicas y continuas, particularmente en temas comerciales. Repensar la estrategia de integración regional y al mundo es una oportunidad que Brasil debe tomar en los siguientes años. Esta renovación en la política brasileña y del Mercosur refrescará y fortalecerá las iniciativas de integración regional.

Una gran posibilidad de Brasil es crear alternativas para la integración mientras se retoman las conversaciones multilaterales. En ese sentido, acuerdos comerciales con el Bloque BRIC, incluso a nivel de sectores, brindaría un nuevo eje para que los países de menor tamaño de ambas regiones, opten por acompañar dichas alternativas también. Un modelo a seguir sería el de ASEAN+3, con un acuerdo marco y luego iniciativas sectoriales para países interesados en mayor profundidad.

Promoción del Comercio y la Inversión

Cualquier esfuerzo de los gobiernos por profundizar los acuerdos comerciales debe ser acompañado por mayores esfuerzos de promoción de negocios. En este sentido, los flujos de inversión extranjera directa intrarregionales y transpacífico se están incrementando. Nuevas empresas multilatinas están consolidándose al expandir sus operaciones en distintos sectores. Se busca tener presencia comercial con el fin de atender los mercados domésticos de los distintos países de la región. Asimismo ser reconocidos como una empresa con operaciones en América Latina al relacionarse con inversionistas, clientes y proveedores de otras regiones.

Las empresas asiáticas, también están teniendo mayor presencia en la región. Si bien, inicialmente, el foco de interés era asegurar la provisión de minerales, energía y alimentos, cada vez hay más empresas asiáticas con interés en tener una operación regional con miras a atender al mercado doméstico.

Los gobiernos deben facilitar y promover la participación de las empresas de ambas regiones en el proceso de integración. Por ejemplo, el comercio y la inversión deben promoverse a través de misiones comerciales, misiones exploratorias, búsqueda de socios en países de interés, acuerdos protección de inversiones y de doble tributación, entre otros. Asimismo, las empresas también tienen un rol importante en levantar los cuellos de botella en cada sector a través de la participación en comités y grupos de trabajo público-privados bilaterales o plurilaterales.

Los servicios de logística y transporte interregionales deben extenderse y sofisticarse. En un primer frente se debe asegurar las inversiones en infraestructura necesarias. En segundo lugar, los mayores flujos de carga permitirán que se promueva la competencia y mayores frecuencias de transporte y mayores alternativas logísticas. Las rutas de transporte internacional deben ser complementadas con corredores logísticos más capilares en la conexión de puertos y aeropuertos conexión a los centros productivos y las rutas de transporte terrestre internacionales.

Palabras finales

Debemos poner en agenda la discusión sobre las alternativas para profundizar la integración económica y comercial de la región pero con miras a integrarnos mejor con el mundo y, en especial, con la región del Asia Pacífico. Múltiples equilibrios son posibles dependiendo de las decisiones de algunos de los actores principales. Los países con una política de regionalismo abierto tienen una agenda clara que profundizar. Brasil y Mercosur, por su lado, tienen decisiones más difíciles que tomar. El frente de las negociaciones comerciales debe ser acompañado por un mayor soporte a los negocios a través de la facilitación y promoción de comercio exterior e inversiones, así como de las iniciativas para fortalecer los servicios de logística y transporte que soporten la integración.

Por Nathan Nadramija - Socio de Metis Gaia y
Jefe negociador de los acuerdos suscritos entre Perú y Japón, Corea y República Popular China,
ex Director de Relaciones Bilaterales con Asia del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú

Nota 1: el Bloque BRIC está integrado por Brasil, China, India y Rusia.



Nota 2: Las opiniones vertidas en el presente Artículo son de la exclusiva responsabilidad de su autor.

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